PUERTO PRÍNCIPE, 4 Feb. (Reuters/EP) -
Las autoridades haitianas decidirán este jueves si prosiguen o no con el caso contra diez misioneros estadounidenses acusados de intentar secuestrar a niños en el país devastado por el terremoto del 12 de enero, informó ayer un fiscal.
Los misioneros, muchos de lo cuales pertenecen a una iglesia baptista con sede en Idaho, fueron detenidos el pasado viernes por intentar cruzar a República Dominicana en un autobús en el que transportaban a 33 niños que, según los estadounidenses, quedaron huérfanos tras el seísmo.
Las autoridades haitianas dijeron que los detenidos, cinco hombres y cinco mujeres, no tenían documentos que demostraran que los niños era huérfanos ni autorización oficial para sacarles del país, lo que significa que posiblemente el grupo se enfrentará a cargos de secuestro.
Los diez misioneros fueron interrogados por el juez que instruye el caso, Pierre Louis, entre el martes y el miércoles, cinco cada día, según dijo a Reuters el fiscal del caso, Mazarre Fortil. Éste añadió que espera recibir un informe del juez y que hoy "todo el mundo sabrá" qué han decidido.
Los detenidos han negado que estuvieran llevando a cabo alguna actividad relacionada con el tráfico de menores. Éstos aseguran que sólo intentaban ayudar a algunos de los miles de huérfanos desamparados y abandonados después del terremoto que devastó la capital costera, Puerto Príncipe, y provocó la muerte de unas 200.000 personas. Sin embargo, han reconocido que no tenían papeles para los menores, entre los que había desde un bebé hasta niños de 12 años.
Las especulaciones en torno a su caso han aumentado después de que saliera a la luz que la mayor parte de los niños que fueron interceptados con los estadounidenses no son huérfanos. La Policía haitiana dijo que algunos padres han admitido haber entregado a sus hijos a los misioneros porque creían que iban a gozar de una mejor educación y en general de una vida mejor.
El Gobierno haitiano ha restringido los procesos de adopción desde el terremoto, por el temor de que traficantes sin escrúpulos puedan aprovecharse del desastre llevándose a los niños indefensos. Las autoridades han confirmado que tienen constancia de casos de tráfico de menores y de órganos.
"No estamos intentando evitar que se adopten niños, pero tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que los intereses y los derechos de esos niños son tenidos en cuenta mediante las garantías ofrecidas por la ley", declaró el Ministro de Asuntos Sociales haitiano, Yves Cristalin.
