Actualizado 19/02/2010 14:55

Haití.- La FAO y CARE advierten del riesgo de una crisis alimentaria en todo Haití tras el terremoto

Revelan que las familias de las zonas agrícolas están gastando sus reservas de alimentos y semillas en ayudar a desplazados del seísmo


MADRID, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la organización humanitaria internacional CARE advirtieron este viernes de que en Haití existe el riesgo de una crisis alimentaria a nivel nacional tras el devastador terremoto que golpeó este país caribeño el pasado 12 de enero y dejó más de 250.000 muertos.

"Ésta es una crisis escondida pero omnipresente, que ha afectado ya a todos los rincones del país", advirtió el coordinador de evaluaciones de la FAO en Haití, Dick Trenchard. "Las zonas rurales más afectadas son las que cuentan un mayor nivel de desplazados desde Puerto Príncipe y las zonas circundantes, especialmente Artibonite, al oeste, y Grand'Anse, al sur", explicó.

Las evaluaciones de urgencia realizadas por la FAO y sus socios en el grupo agrícola de la ONU han revelado que las "familias anfitrionas" que acogen a las personas desplazadas están gastando sus escasos ahorros para alimentar a los recién llegados y consumiendo sus reservas de alimentos. En muchos casos se ven obligadas a comer las semillas que han almacenado para la próxima temporada y a comer o a vender su ganado, en particular sus cabras, indicó la FAO en un comunicado.

"Vemos indicios claros de que la población recurre ya a estrategias preocupantes e insostenibles para tratar de ayudar a las 500.000 personas que se estima que han emigrado a las zonas rurales y otros núcleos urbanos pequeños tras el terremoto", afirmó Trenchard.

Por su parte, el especialista de CARE en seguridad alimentaria de emergencia, Jean-Dominique Bodard, subrayó que "la principal temporada de siembra, que supone más del 60 por ciento de la producción anual, comenzará en menos de dos semanas". "Si las familias anfitrionas no tienen medios para comprar semillas u otras formas de obtener semillas de calidad, será un desastre para ellas", advirtió.

"Este círculo vicioso cuenta con otro componente. Debido a la falta de dinero, muchos campesinos anfitriones no podrán contratar a jornaleros para la siembra. Como consecuencia, los jornaleros no ganarán dinero para alimentar a sus familias y la siembra no se realizará igual que si toda la mano de obra estuviera disponible", lamentó.

DINERO POR TRABAJO

Según estas organizaciones, los precios de los alimentos ya han subido un 10 por ciento tras el terremoto, lo que supone "un indicador de que lo peor está por llegar". Una solución inmediata podrían ser los programas de dinero por trabajo en el sector agrícola, proponen.

"Necesitamos inyectar dinero antes de que comience la temporada de siembra", explicó Bodard, señalando que "la distribución de alimentos puede ayudar a aliviar el sufrimiento inmediato tras el desastre, pero lo que más se necesita a largo plazo es dinero para que los agricultores puedan invertir y recobrar su autonomía".

En este sentido, la FAO ha impulsado un pequeño programa de dinero por trabajo para la limpieza de los canales de riego en Léogâne y CARE trabajará para aumentarlo proporcionalmente de 600 a 4.000 personas en los próximos días.

"Esto servirá de empuje económico indispensable en un momento crucial en el que la gente está desesperada por retomar el control de sus vidas y proporcionará una inyección de dinero muy necesaria en los mercados rurales que se han desplomado tras el terremoto", indicó Trenchard.