MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
La respuesta que se dio al terremoto que sufrió Haití el mes pasado ha demostrado ser una prueba para examinar la capacidad que tienen las fuerzas de paz de la ONU de tener una reacción rápida y flexible, según afirmó anoche la vicesecretaria general para asistencia en el terreno, Susana Malcorra.
La misión de la ONU en este país caribeño, la MINUSTAH, estuvo en la línea de frente a la hora de buscar y rescatar a las víctimas y para dar asistencia humanitaria inmediatamente después del terremoto del pasado 12 de enero, aseguró. La pérdida de 102 miembros de la ONU --civiles, militares y policías-- ha creado "un gran vacío en el centro de Naciones Unidas", indicó.
La MINUSTAH perdió a 92 de sus miembros, incluido el jefe de la misión. "Nuestro objetivo ahora es ayudar al pueblo de Haití para seguir implementando su mandato, incluso con las dificultades causadas por el sismo", enfatizó Malcorra, quien indicó que la ONU está intentando "mejorar el nivel de servicio y calibrar las herramientas y procedimientos con las necesidades sobre el terreno".
Por su parte, el vicesecretario general para las operaciones de paz, Alain le Roy, subrayó "la ambiciosa agenda con visión de futuro" que el secretario general, Ban Ki Moon, ha indicado recientemente.
"Espero que a lo largo de 2010 podamos implementar este programa para poder dar a nuestro personal la guía, recursos y las estructuras de apoyo políticas y operacionales para que puedan afrontar sus tareas de mandato de manera eficaz", añadió.
