MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández De la Vega, ha defendido este lunes en representación de España y de la UE que el Gobierno y el pueblo haitianos sean "los principales actores de la reconstrucción de su país", quienes decidan "su destino colectivo", aunque subrayó que supone una "responsabilidad" de la comunidad internacional "ofrecer todo su apoyo".
Así se pronunció en su intervención en la reunión preparatoria de una Cumbre Mundial por Haití, celebrada hoy en Santo Domingo, y en la que, como representante de la UE, cuya presidencia de turno ejerce España este semestre, informó de las conclusiones del Consejo extraordinario de ministros de Cooperación que ha tenido lugar en Bruselas.
De la Vega, que ayer mismo tuvo oportunidad de "comprobar personalmente la desolación, la destrucción y el dolor" provocado por el terremoto, subrayó que nos encontramos ante "una de las mayores catástrofes que ha sufrido la humanidad en las ultimas décadas" y quiso destacar "el enorme caudal de solidaridad que, desde países, pueblos y gentes de todo el mundo está fluyendo hacia Haití".
La vicepresidenta invitó a sus interlocutores, representantes de otros Gobiernos y de organizaciones internacionales, que actúen "ya" y examinen "la mejor forma de hacer frente a esta situación ya no sólo atendiendo a las necesidades urgentes y humanitarias, que son enormes y que por supuesto son nuestra primera preocupación, sino también buscando en el horizonte del medio y largo plazo, respuestas, estrategias, que aseguren la viabilidad y la estabilidad política, económica y social del estado haitiano".
El presidente de Haití, René Preval, compartió la idea manifestada por De la Vega con respecto a que la reconstrucción del país no se hará "desde el exterior", por lo que subrayó que la "estabilidad política" en Haití y el refuerzo de sus instituciones democráticas es "condición sine qua non" para ello.
También hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que no se esfuerce en "curar sólo las heridas que provocó el terremoto", sino que ayude al país a desarrollar su agricultura, educación, la salud así como a crear puestos de trabajo y reforzar las instituciones democráticas.
Los representantes de Estados Unidos, Canadá y Brasil, entre otros, incidieron en el compromiso de sus países con la reconstrucción de Haití en el medio y largo plazo, mientras Chile pidió que Naciones Unidas o la Organización Mundial de la Salud ordenen el trabajo médico --ya que se está trabajando en unas condiciones pésimas-- y México hizo un llamamiento a la "coordinación" de la comunidad internacional para ser más efectivos y pidió que se revise el mandato de la misión de la ONU en el país, Minustah.
