Actualizado 15/04/2010 16:38

Juventudes Socialistas aconseja al PP "más firmeza con sus corruptos y menos demagogia con los menores"

MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

Juventudes Socialistas de España (JSE) criticó hoy la posición "demagógica e irresponsable" adoptada por el PP con respecto a la Ley del Menor y aconsejó a sus dirigentes "más dureza consigo mismos y sus corruptos y menos demagogia, más capacidad de análisis y reflexión en todas las políticas que afectan a los menores".

Para los jóvenes socialistas, "las propuestas de endurecimiento de la Ley del Menor que un día sí y otro también lanza el PP no responden a un análisis sosegado y reflexivo de la problemática sino al convencimiento por parte de sus dirigentes de que la alarma que causan en la sociedad los delitos cometidos por menores puede convertirse en un filón electoral que no están dispuestos a desaprovechar".

Así, insistieron en que en cada uno de sus intentos de endurecer la Ley del Menor, el PP, sin tener en cuenta todas las causas, "se ha enfrentado al rechazo de todos los grupos parlamentarios y de los expertos en el tema, que reclaman más diálogo, debate y reflexión a la hora de abordar la puesta en marcha de nuevas medidas de prevención de los actos de violencia cometidos por menores".

Según explicó el secretario general de JSE, Sergio Gutiérrez, "no parece probable que los expertos y todos los partidos políticos con representación en el Parlamento estén equivocados en el camino que queda por recorrer y el PP tenga la razón yendo por la dirección contraria", quien recordó que "el pasado mes de septiembre, el PP tuvo que retirar su última propuesta de reforma de la Ley del Menor, sólo un día después de presentarla, por las incoherencias que contenía y su falta de rigor, que ellos mismos no tuvieron más remedio que reconocer".

Por último, aseguró que "el PP es un partido a la deriva, tal y como demuestra la soledad a la que se enfrenta a la hora de defender sus propuestas estrella" y, por ello, recomendó a sus dirigentes "que se apliquen a sí mismos sus recetas de dureza, para conseguir limpiar su sede de imputados por corrupción e iniciar una etapa nueva en la que la demagogia, el electoralismo barato y el afán de conseguir el poder a toda costa sea sustituido por el deseo y la capacidad de trabajar por y para los ciudadanos con sosiego y sentido común".