Actualizado 05/02/2010 13:05

Las luchas internas de los rebeldes en Sudán han desplazado al menos a 10.000 personas, según las autoridades locales


JARTUM, 5 Feb. (Reuters/EP) -

Las luchas internas en uno de los principales grupos rebeldes de la región sudanesa de Darfur han obligado al menos a 10.000 personas a abandonar sus hogares en la zona de Jabel Marra, profundizando la crisis humanitaria que se vive en esta zona occidental de Sudán, según indicaron este viernes las autoridades.

Los rebeldes de Darfur se han dividido en decenas de grupos desde que comenzó su rebelión a principios de 2003, dañando así los esfuerzos por conseguir la paz e incrementando la inseguridad en el oeste de Sudán, donde Naciones Unidas estima que la crisis humanitaria se ha cobrado las vidas de 300.000 personas.

"Se han producido luchas internas en el Ejército de Liberación de Sudán (SLA)", afirmó a Reuters el gobernador del estado de Darfur Occidental, Abu el Gasim. Por su parte, los comandantes del SLA aseguraron que están en desacuerdo con su fundador y líder, Abdel Wahed Mohamed el Nur, ya que quieren unificar los rangos rebeldes y tomar parte en las conversaciones de paz con el Gobierno para poner fin a siete años de conflicto.

"Abdel Wahed rechaza totalmente esta propuesta y nosotros no entendemos el motivo", afirmó una figura del SLA, Adam Idriss. "Entonces, comenzaron a asesinar a nuestros líderes", añadió.

El Nur, que vive en París, negó que hubiese ninguna disidencia en su movimiento y afirmó que los combatientes son agentes del Gobierno. "Culpo al Gobierno de esto", aseguró un miembro leal a El Nur, Ibrahim el Helu.

Las fuerzas de paz de la Unión Africana (UA) y la ONU en Darfur, la UNAMID, han confirmado las informaciones de los enfrentamientos internos durante los últimos diez días. "Por nuestro contacto con las agencias humanitarias, entendemos que hay unas 10.000 personas desplazadas", afirmó el portavoz de la UNAMID, Kemal Saiki.

El Tribunal Penal Internacional (TPI) reconsideró el pasado miércoles los cargos por genocidio contra el presidente, Omar Hassan al Bashir, que ya ha sido acusado de crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad en Darfur.

Desde que comenzó en 2003 el enfrentamiento, el nivel del conflicto ha disminuido hasta llegar convertirse en luchas internas entre los rebeldes y las milicias, lo que ha provocado una ruptura de la ley y el orden en esta desértica y vasta región.

Los darfuríes se quejan de que la UNAMID, que intenta desplegar lentamente a sus 26.000 efectivos y que es la mayor operación de paz de la ONU, ha fracasado en su mandato de proteger a los civiles.

Muchos sudaneses están preocupados porque las primeras elecciones democráticas que celebrará este país en 24 años, previstas para el próximo mes de abril, no puedan celebrarse en Darfur, ya que temen que los rebeldes boicoteen los comicios y muchas de las zonas de la región estén aisladas por la inseguridad.

La Comisión Electoral de Sudán anunció ayer que ha firmado un acuerdo con la Unión Europea para que ésta envíe un equipo de observadores electorales. "Hemos firmado un acuerdo por el cual la UE enviará una misión electoral compuesta de unos 130 expertos", afirmó el vicedirector de la comisión, Abdalá Ahmed Abdalá. Este equipo se unirá a otros observadores internacionales, como los del estadounidense Centro Carter.