Actualizado 07/10/2009 21:47

El MARM impulsa una red moderna de jardines botánicos que contribuirá a la conservación de la biodiversidad mediterránea

MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

La subdirectora general de Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Marta García, resaltó el apoyo de su ministerio para la constitución de una red "moderna" de jardines botánicos que contribuya a la conservación de la "valiosa" biodiversidad de la región mediterránea.

Así, durante la inauguración hoy del I Seminario Internacional del Proyecto Medomed sobre la Red de Jardines Botánicos del Mediterráneo y Oriente Medio, que se celebra en el Palacio de la Alambra de Granada hasta el próximo viernes, señaló que dicha red es una herramienta de comunicación e intercambio de información entre distintos agentes medioambientales y culturales del Mediterráneo que se enfrentan a retos comunes en materia de conservación vegetal.

García indicó que a través del seminario se podrán identificar aquellos jardines históricos que necesitan "más urgentemente" ser adecuados a las exigencias propias de un jardín botánico moderno, añadiendo que posteriormente se podrán habilitar los cauces de cooperación pertinentes para que los sectores públicos y privados de los países puedan contribuir a la restauración de estos lugares y a su adaptación para el uso público y el disfrute de la sociedad en general.

En esta línea, explicó que la red ya está actuando en la rehabilitación del Jardín d'Essais en Rabat y en la construcción del Jardín Botánico Andalusí de Jerusalén y del Jardín Andalusí del Parque Público en Alepo, "siendo muchas las posibilidades de abrir cauces para la cooperación internacional".

En relación con el papel de los jardines botánicos en materia de conservación, la subdirectora general señaló que son ya cientos los jardines botánicos comprometidos con el estudio y protección de la diversidad vegetal a través de sus líneas de investigación, colecciones bajo cultivo, bancos de germoplasma, herbarios, programas educativos,

publicaciones y museos.

En estos jardines botánicos, resaltó Marta García, se conserva "más de la tercera parte" de las especies silvestres del planeta, siendo algunos de ellos "líderes a nivel mundial y manteniendo una fuerte influencia" en las políticas de conservación tanto en sus propios países como a nivel internacional.

ESTRATEGIA GLOBAL

También recordó que la estrategia global para la conservación vegetal, aprobada por el Convenio de Diversidad Biológica en el año 2002, concede una "gran importancia" a la conservación ex situ de los recursos vegetales, y fija como objetivo que el 60 por ciento de las especies vegetales amenazadas estén conservadas en jardines botánicos o bancos de germoplasma, preferentemente en el país de origen, y que el 10 por ciento de ellas sean objeto de programas de recuperación y regeneración.

En este sentido, García subrayó el impulso que desde el MARM se está dando para la elaboración de una estrategia española de conservación vegetal, así como para, en el marco de la Ley de Biodiversidad, apoyar la creación de una Red de Bancos de Germoplasma Vegetal, una iniciativa, indicó, "en la que ya participan doce instituciones científicas y que

pronto tendrá su propia página web para contribuir a la difusión del conocimiento y facilitar los intercambios de material genético".

En su intervención, explicó además que el Mediterráneo es un "punto caliente" de biodiversidad a nivel mundial, con una "gran riqueza" de especies de plantas y un gran acervo de conocimientos y usos tradicionales asociados, pudiéndose diferenciar, dentro de ese "gran punto caliente", otros que son "especialmente relevantes" para la diversidad vegetal, como la cordillera del Atlas en Marruecos, la región Cyrenaica en Túnez, o el sur de la península de Anatolia en Turquía.

En todos estos enclaves, señaló Marta García, es "necesario" conservar el hábitat natural de las plantas, pero también es "importante" tender puentes entre los programas in situ y ex situ para garantizar que estas especies están "adecuadamente" conservadas en cautividad para las futuras generaciones, "y quizá algún día se puedan emprender proyectos

de restauración en zonas donde han desaparecido", concluyó.