VALENCIA, 28 May. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), ha resuelto desestimar los recursos interpuestos por propietarios de chiringuitos de las playas de Pinedo y El Saler (Valencia) contra la desestimación de las solicitudes de autorización de ocupación temporal de una superficie de 50 metros cuadrados del dominio público marítimo terrestre.
La resolución desestima el recurso presentado por la Asociación de Hosteleros del Paseo Marítimo de Pinedo y Saler, que se fundaba en el mantenimiento de los 150 metros cuadrados para terraza que se venía autorizando desde 1999, según informó la organización en un comunicado. Para la Asociación de Hosteleros esta decisión "es concluyente y ratifica la verdadera voluntad del Gobierno, que no es otra que la eliminación de las terrazas de los restaurantes de nuestras playas".
La resolución señala que hasta el año 2007 se autorizó su instalación y que, ese mismo año, se valoró su incompatibilidad, de modo que, conforme a las nuevas directrices en la materia, se propuso reducirlas de forma gradual hasta los 50 metros cuadrados, antes de su total retirada.
Sin embargo, precisa que la autorización es una potestad discrecional de la Administración y que la no concesión no provoca perjuicios a los restaurantes. "La Administración no está obligada a conceder la explotación de los servicios de temporada al concesionario, sino que, como establece la Ley, podrá otorgarla o no otorgarla", indica la resolución.
Según los propietarios de chiringuitos, si hasta el año 2007 estas instalaciones eran "perfectamente compatibles con la Ley de Costas", su incompatibilidad actual se debe a un cambio interpretativo por parte del Gobierno. "¿Qué ocurre, que la interpretación del Ministerio hasta 2007 era incompatible con la norma y la que se hace ahora es la buena?", cuestionó la Asociación de Hosteleros de Pinedo y Saler.
No obstante, aseguraron que "seguirán defendiendo en todos los ámbitos posibles" su postura, ya que "los verdaderos perjudicados en el conflicto creado por el MARM son los trabajadores, que perderán sus puestos de trabajo, y los usuarios de las playas de Valencia que no tienen una segunda residencia de verano y se van a ver privados de comer una paella en una terraza".
