Actualizado 24/01/2013 15:19

Más de un centenar de expertos destacan en unas jornadas la importancia de las presas frente a las inundaciones

De no ser por el Sistema General de Defensa, esa colosal avenida habría arrasado las vegas del río Guadalentín y del Segura


MURCIA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los expertos participantes en una jornada monográfica, para analizar la respuesta del Plan de Defensa contra Inundaciones de la cuenca del Segura durante el episodio de lluvias torrenciales que sufrió esta cuenca el mes de septiembre, durante la llamada 'riada de San Wenceslao', han coincidido en destacar la importancia de las presas frente a las inundaciones.

En el encuentro, organizado por la Sociedad Española de Presas y Embalses (Seprem), en colaboración con el Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), y celebrada en la sede del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, en Madrid, han participado más de un centenar de técnicos especializados en gestión de recursos hídricos y expertos.

Estos han analizado el papel que jugaron las infraestructuras hidráulicas en la citada riada evitando que los daños fueran mayores, y han expuesto algunas medidas para incrementar aún más la seguridad en caso de que se volviera a repetir un episodio similar.

La jornada 'Las obras hidráulicas y la defensa frente a las inundaciones. Experiencia de la riada de San Wenceslao en la cuenca del Segura', ha sido inaugurada por el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Miguel Ángel Ródenas; el subdirector adjunto de Gestión Integrada del Dominio Público Hidráulico de la Dirección General del Agua del Ministerio, Daniel Sanz; y por el presidente de la Sociedad Española de Presas y Embalses (Seprem), Moisés Rubín.

El presidente de la CHS, Miguel Ángel Ródenas, ha subrayado que "las presas salvan vidas y haciendas", como quedó de manifiesto durante el citado episodio de lluvias torrenciales de septiembre.

Ródenas ha defendido "la necesidad de construir nuevas obras hidráulicas, algunas de ellas rescatadas de antiguos proyectos, así como la mejora de alguna de las existentes", a la luz de las conclusiones obtenidas con los registros de la última gran avenida, conocida como la de 'San Wenceslao', conforme a la tradición centenaria en la cuenca del Segura de denominar a las riadas según el santo del día.

LLUVIAS DE SEPTIEMBRE, DE LOS EPISODIOS MÁS RELEVANTES

En este foro especializado se ha estudiado cómo el conjunto de infraestructuras del Plan General de Defensa contra Inundaciones en la cuenca del Segura contuvo la gran avenida registrada en la vegas de los ríos Guadalentín y Segura durante el episodio de lluvias torrenciales del 28 de septiembre del pasado año, "uno de los más relevantes de cuantos se tiene registro".

Según el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), la pluviometría alcanzó, en esa jornada, la cifra máxima diaria de 179 l/m2, con una intensidad de 17 l/m2 en cinco minutos.

La precipitaciones se concentraron fundamentalmente en el entorno de los ríos Guadalentín y Mula y desencadenaron unos caudales punta de avenida de 4.500 m3/seg en Valdeinfierno (Lorca) y unos 2.500 m3/seg en la rambla de Nogalte (Puerto Lumbreras).

De no ser por el Sistema General de Defensa, esa colosal avenida habría arrasado las vegas del río Guadalentín y del Segura, con unas puntas previsibles de caudal superiores a 2.000 m3/seg a su paso por las ciudades de Lorca, Murcia y Orihuela.

Por el contrario, gracias a este sistema se consiguió fragmentar y laminar la dimensión de la avenida, logrando que los caudales circulantes en las ciudades de Lorca, Murcia y Orihuela quedaran por debajo de la capacidad máxima de sus respectivos encauzamientos.

PLAN DE DEFENSA CONTRA INUNDACIONES DE 1987

La Cuenca del Segura dispone de un Sistema General de Obras Hidráulicas proyectado y construido por el Ministerio, a través de la CHS, en el marco de un 'Plan General de Defensa contra Inundaciones' aprobado en 1987, y cuyo detonante fueron las inundaciones de 1973 de la rambla de Nogalte, con un balance de un centenar de víctimas.

El Plan de Defensa de la cuenca del Segura supuso la construcción, y en algún caso el recrecimiento, de 13 grandes presas. También incluyó la construcción de canales de derivación y encauzamientos, como el del propio río Segura en su tramo medio y final.