Actualizado 27/01/2010 15:35

Más de mil inmigrantes huyeron de Rosarno (Italia) tras el estallido de violencia racial, según los Jesuitas

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

Más de mil inmigrantes huyeron el pasado 11 de enero de la sureña localidad italiana de Rosarno, tras el estallido de violencia racial que comenzó hace unas semanas, según informó hoy el Servicio de Jesuitas a Refugiados (JRS).

Así, lamentan que la cifra de heridos, tras dos días de enfrentamientos, fuera de 53 --entre ellos 18 policías, 14 locales y 21 inmigrantes, ocho de los cuales siguen aún en el hospital. La violencia comenzó cuando unos desconocidos dispararon sin ningún motivo a dos africanos, lo que provocó incidentes que desembocaron en la destrucción de las casas de inmigrantes, que, según la policía, fueron trasladados por razones de seguridad.

Ante esta situación, el director del JRS Italia, Giovanni La Manna SJ, expresó su "tristeza y preocupación" y dijo que es la "desesperación y las privaciones, especialmente de los derechos humanos fundamentales, lo que lleva a la gente a los extremos.

En este sentido, el vicepresidente del Círculo de los Sardos, Pietro Mariani, denunció que las últimas políticas de inmigración italianas "restringen mucho" a este colectivo y se está impulsando un discurso de "populismo barato", al relacionar paro con inmigración. "Se vende que echando al inmigrante se solucionan los problemas y eso no es así", explicó a Europa Press.

En este sentido, se quejo de la situación tan complicada que viven los inmigrantes que viven en Italia, pues "les hacen la vida imposible hasta que se van" y apuntó que cambiando de lugar no se arregla nada, porque "al final siempre les ponen en la frontera".

CAMBIO DE POLÍTICAS COMO RESPUESTA.

Por su parte, Giovanni La Manna espera que los últimos acontecimientos "fuercen a las instituciones a dar respuestas al complejo asunto de los temporeros en el sur de Italia" y "abran los ojos sobre la urgencia de repensar las políticas de inmigración sin perder de vista la necesidad de proteger los derechos humanos de cada individuo".

"Aquí los inmigrantes viven en condiciones extremas, explotados por empresarios sin escrúpulos que no respetan sus derechos. Los jóvenes, tras huir de la pobreza, de la guerra y de las dictaduras en países como Togo, Congo y Costa de Marfil, tras arriesgarse a cruzar el Mediterráneo, aceptan condiciones de vida degradantes en Italia", lamentó.