Cree que la Constitución "es un punto de llegada" y no "de partida hacia quién sabe qué horizonte", como sostienen los que le critican
MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, aspira a seguir en su puesto otros cinco años, después de dos mandatos --que terminarán en junio-- en los que su "peor momento", según precisa él mismo, fue el tener que "interponer el recurso de inconstitucionalidad al Estatuto de Cataluña".
"Teniendo salud, existiendo precedentes en cuanto a duración de mandato y si tuviera el consenso de la mayoría parlamentaria, me gustaría seguir estando en el servicio público", dice Múgica en una entrevista en la revista 'El Siglo' recogida por Europa Press.
El veterano socialista --de 78 años y único Defensor del Pueblo que ha encadenado dos mandatos-- argumenta que los defensores autonómicos de Aragón y Andalucía están ya en su tercer mandato y que recientemente se ha nombrado a un "amigo" mayor que él para "un puesto más complicado" que el suyo: Alberto Oliart, de 81 años y nuevo presidente de RTVE.
Para Múgica, ex diputado y ex ministro, su actual puesto es "un poco la culminación del servicio público" y, si se cumpliera su deseo y renovara para un tercer mandato, adelanta que su plan es "seguir como hasta ahora, mejorando en lo posible". "No se trata de innovar", recalca.
Y respecto al periodo que está a punto de terminar, subraya que lo pasó "muy mal" cuando presentó recurso contra el Estatuto de Cataluña, pero que tuvo que hacerlo porque los servicios jurídicos de la institución y los catedráticos de Derecho Constitucional y Administrativo a los que se encargó el dictamen "establecían que en algunas partes el Estatuto quebraba el criterio de igualdad entre todos los españoles".
"Y lo he hecho con preocupación y con dolor por tener que hacerlo, porque no me gusta recurrir. Si recurro es porque pienso que algo falla. Si no, no recurriríamos", insiste Múgica que, además, apostilla que, según los expertos, el suyo es el recurso mejor desde el punto de vista técnico y jurídico.
NADIE LE PIDIÓ QUE RETIRARA EL RECURSO AL ESTATUT
El político vasco sostiene que su decisión de recurrir el Estatuto de Cataluña no ha empeorado su relación con el Gobierno y que "nadie" le ha "presionado" ni le ha "pedido que lo retire". A su juicio, Gobierno y oposición son conscientes de que, su elección como hombre de consenso" no implica reducirle al "silencio".
"Significa que ellos asuman que son independiente y desde esa independencia puedo criticar lo criticable y recomendar lo que debe ser cambiado", añade, subrayando que tiene "buenas" relaciones tanto con el Gobierno como con la oposición.
Eso sí, niega que presentar ese recurso supusiera connivencia con las tesis del PP o una inclinación al 'españolismo', y añade que lo presentó desde "la independencia" y desde su compromiso con la igualdad: "Desde mi mentalidad y mi tradición socialdemócrata, la igualdad es algo fundamental. Por eso lo interpuse".
"LA CONSTITUCIÓN ES UN PUNTO DE LLEGADA"
Para Múgica, los que le atribuyen haber recurrido el Estatut por "españolismo" son los que piensan que la Constitución es "un punto de partida para después partir a quién sabe qué horizonte", mientras que para él la Constitución "es un punto de llegada, la llegada de tantos años de lucha y de combate por la libertad", en el que él participó desde sus años de universitario.
El Defensor revela también cuál ha sido su mejor momento en estos años, el haber conseguido un cambio en el Código Civil para que, cuando las partes así lo deseen, el juez pueda aplicar sólo la ley española en casos de divorcio donde uno de los cónyuges sea extranjero y así evitar la discriminación de la mujer cuando uno de ellos era, por ejemplo, marroquí.
Según Múgica, sanidad, educación e inmigración son los principales motivos de queja de los ciudadanos. Las quejas, explica, son cada vez más numerosas, "no porque las cosas vayan peor, sino porque la institución es cada vez más conocida".
Así, la institución recibe cada mes entre 18.000 y 25.000 expedientes de quejas individuales, colectivas y de oficio y, según sus cifras, entre el 65 y el 70 por ciento de las recomendaciones o sugerencias que hace a las administraciones son aceptadas.
