Actualizado 16/04/2010 21:56

La nube de ceniza del volcán islandés provoca la cancelación de 16.000 vuelos, el 57% de los previstos

Las aerolíneas europeas registran pérdidas de ingresos por valor de unos 150 millones de euros diarios


MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -

La gran nube de cenizas procedente de un volcán de Islandia continuó este viernes su avance en Europa, generando un caos aéreo a una escala que no se había vuelto a ver desde los atentados del 11-S en Estados Unidos en 2001. Unos 16.000 vuelos han sido cancelados a lo largo de la jornada debido al peligro que representa dicha ceniza para los aviones, lo que ha provocado el cierre de múltiples aeropuertos en Reino Unido, Francia o Alemania entre otros países.

Según Eurocontrol, la agencia europea de control de la aviación, en un día normal se habrían realizado unos 28.000 vuelos, pero este viernes ya se han cancelado unos 16.000 los vuelos en toda Europa, un 57% de los previstos.

En un comunicado, dijo que el cierre del tráfico aéreo por la erupción del volcán que se encuentra bajo el glaciar Eyjafjallajokull podría prolongarse al menos otras 24 horas, lo que dependerá de la evolución de la nube de ceniza, que continúa su desplazamiento hacia el este y el sureste.

Esto supone que el espacio aéreo no esté disponible para que los vuelos comerciales operen en Irlanda, Reino Unido (excepto Escocia), Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia y Estonia. Además, tampoco se puede volar en el norte de Francia, país que ha cerrado 20 aeropuertos, incluyendo los de Orly y Charles de Gaulle, en París.

En Alemania permanecen cerrados nueve aeropuertos, entre ellos los de Tegel y Schonefeld, en Berlín, Düsseldorf, Colonia y Hamburgo. El aeropuerto de Frankfurt, el de mayor volumen, sigue operativo pero sólo para vuelos intercontinentales, lo que ha provocado que algunos vuelos se desvíen a Munich. Asimismo, parte del espacio de Polonia permanece cerrado, incluido el aeropuerto de Varsovia, además del de la República Checa.

Por su parte, Austria cerrará gradualmente su espacio aéreo a partir de esta tarde, en función de las previsiones meteorológicas, según informaron las autoridades aeroportuarias.

Según los datos de Eurocontrol, ayer se realizaron 20.334 vuelos en el espacio aéreo europeo. La agencia explicó que cada día se movilizan 600 vuelos trasatlánticos entre Europa y el Atlántico y que de los 300 aviones que normalmente llegan a Europa, hoy han sido entre 100 y 120.

En España se cancelaron un total de 1.120 vuelos hasta las 16.30 horas desde distintos aeropuertos con destino al Norte de Europa. Los vuelos suprimidos corresponden a enlaces con aeropuertos en Reino Unido, Irlanda, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Bélgica, Suecia, Estonia, Polonia Alemania y Francia, países que han cerrado total o parcialmente su espacio aéreo.

PÉRDIDAS MILLONARIAS

Esta situación ha hecho que las aerolíneas europeas estén registrando pérdidas de ingresos por valor de más de 200 millones de dólares (unos 150 millones de euros) diarios, según confirmó a Europa Press una fuente de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).

"En los actuales niveles del problema, la estimación inicial y conservadora de la IATA con respecto a la actual situación extraordinaria en Europa es de más de 200 millones de dólares al día en pérdidas de ingresos", señaló.

Esto elevaría hasta el momento las pérdidas para las aerolíneas en 400 millones de dólares (unos 300 millones de euros), tras dos jornadas de suspensiones de vuelos y cierre del espacio aéreo en más de diez países europeos.

La misma fuente concretó que además de estas pérdidas de ingresos, las aerolíneas incurrirán en otros costes por el traslado de aeronaves, atención a los pasajeros y el hecho de que los aviones queden inmovilizados en los aeropuertos.

Algunos vulcanólogos creen que las cenizas podrían causar problemas en el tráfico aéreo durante hasta seis meses si la erupción continúa, pero incluso si ésta acaba pronto, el impacto económico para las aerolíneas podría ser importante.

Joe Sultana, director de operaciones de Eurocontrol, reconoció que esta situación no tiene precedentes. "Entendemos el impacto económico, tanto para las compañías aéreas como para la economía europea en general, pero lo primero es la seguridad", declaró Sultana, citado por la agencia Reuters.

CAOS SIMILAR AL DEL 11-S

El volcán ha entrado en erupción en cinco ocasiones desde el siglo IX. La erupción que comenzó este miércoles es la segunda que se produce durante el último mes y ha lanzado a la atmósfera una columna de ceniza de entre seis y once kilómetros de altura. Según una radio islandesa, parte de la carretera que rodea la isla ha quedado cubierta, y al este del volcán hay decenas de hectáreas de tierra cubiertas con una capa de ceniza.

Según el servicio de guardacostas de Islandia, la potencia de las erupciones está reduciéndose en las últimas horas, y un experto de este país indicó que la erupción podría remitir en los próximos días, aunque el portavoz del Gobierno previno de que las cenizas continuarán a la deriva en el cielo europeo.

Las cenizas volcánicas contienen pequeñas partículas de cristal y roca pulverizada que pueden dañar los motores y la estructura de los aviones. En 1982, un avión de British Airways perdió fuerza en todos sus motores y planeó hacia el suelo al entrar en una nube de cenizas cuando sobrevolaba Indonesia, aunque luego logró reiniciar los motores. Este incidente llevó al sector de la aviación a replantearse la manera en que se debe actuar ante este tipo de fenómenos.

Un portavoz de la Autoridad de Aviación Civil británica opinó que "probablemente Europa está experimentando el mayor trastorno del transporte aéreo desde el 11-S". "En lo que se refiere al cierre del espacio aéreo, esto es peor que tras el 11-S. Esta perturbación probablemente es la mayor que hemos visto", añadió. Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York, el espacio aéreo estadounidense permaneció cerrado durante tres días, y las aerolíneas europeas tuvieron que interrumpir sus servicios transatlánticos.

Mientras, otros medios de transporte se benefician de los problemas en el cielo europeo. Así, los 58 trenes Eurostar que hacen este viernes el trayecto entre Reino Unido y Europa tenían todas sus plazas ocupadas, con unos 46.500 pasajeros.

PROBLEMAS PARA LA SALUD

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que las personas que tienen problemas respiratorios podrían sufrir los efectos de la nube de cenizas, ya que una vez que las nubes se asienten podrían ser peligrosas, afirmó su portavoz Daniel Epstein. "Cualquier materia en partículas que se deposite o entre en los pulmones es peligrosa para las personas, así que nos preocupa, pero todavía no tenemos detalles", dijo.

El portavoz indicó que, al parecer, la nube creada por el volcán sigue suspendida en la atmósfera a gran altura y las partículas aún no han comenzado a depositarse en la superficie terrestre. Pero cuando eso ocurra, los riesgos para la salud pueden aumentar, y por eso recomendó a quienes tengan problemas respiratorios que en la medida de lo posible no salgan a la calle y que si lo hacen lleven mascarillas protectoras, como en cualquier situación de contaminación del aire.