Actualizado 08/01/2010 13:54

La ONU afirma en un juicio contra un criminal de guerra que el uso de niños es "especialmente abusivo"


MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los niños no pueden consentir su propia explotación, por lo que la utilización de menores en la guerra es una situación "especialmente abusiva", según ha afirmado la representante especial de Naciones Unidas para Niños y Conflictos Armados, Rahika Coomaraswamy, ante el Tribunal Penal Internacional (TPI).

Los niños tienen "una noción poco desarrollada de la muerte", afirmó Coomaraswamy. "La falta de este concepto de la muerte los hace que tengan menos miedo en una batalla", añadió, durante su comparecencia como testigo en el caso contra el presunto criminal de guerra congoleño Thomas Lubanga Dyilo.

Coomaraswamy comparece como testigo experto es este juicio del que destacó que es el primer caso a nivel internacional para definir el marco de un delito relacionado con el reclutamiento, alistamiento y utilización de menores en los conflictos armados.

Añadió al tribunal que la naturaleza cambiante de los enfrentamientos ha dado lugar a un nivel muy elevado de reclutamiento de menores. Hablando específicamente del continente africano, la representante de la ONU subrayó que la proliferación de armas de pequeño calibre durante las dos últimas décadas ha dado lugar a que cada vez un mayor número de jóvenes se decanten por los grupos armados.

"De acuerdo con las agencias que se dedican a la protección de los menores, un menor sólo necesita 45 minutos para aprender a manejar totalmente un fusil AK-47 y, además, es algo que pueden utilizar. Donde ha habido un escenario con armas pesadas o diferente en términos de guerra tradicional, no se ha dado el caso", añadió, según recoge el servicio de noticias de Naciones Unidas.

Lubanga, fundador y líder de la Unión de Patriotas Congoleños (UPC), está acusado de haber reclutado niños soldado. En total, está acusado de emplear a más de 30.000 niños soldado de etnia lendu durante el conflicto que estalló de 1998 a 2003 contra la tribu de los hema en la región de Ituri, en el este de República Democrática del Congo (RDC).

Coomaraswamy testificó ayer que los ex niños soldado con los que se ha reunido se unieron a las Fuerzas Armadas porque era la única forma de escapar o de sobrevivir de los abusos en sus hogares, aunque en otros casos, los menores se vieron obligados a enrolarse como soldados.

El testimonio de esta representante de la ONU también subrayó los múltiples papeles atribuidos a las niñas reclutadas, a las que se obligada a combatir, a ser porteadoras y esclavas sexuales.

La Fiscalía presentó su caso hace 22 semanas y llamará a 30 testigos, la mayor parte de los cuales estará protegida por medidas especiales, incluida la distorsión facial y de voz y el uso de pseudónimos. También contarán con un psicólogo durante los procedimientos que evaluará los mismos y apoyará a los testigos.

Más de 100 víctimas han recibido autorización para tomar parte en el juicio, que comenzó en enero del año pasado después de que Lubanga, de 49 años, fuera arrestado en marzo de 2006.

En enero de 2007, la acusación determinó que contaba con las pruebas suficientes para encausar al líder rebelde, quien ha rechazado categóricamente estos cargos desde el primer momento. El inicio del proceso estaba previsto para junio del año pasado, pero se paralizó temporalmente porque el Tribunal no había desclasificado un buen número de pruebas favorables a Lubanga, proporcionadas por fuentes confidenciales. El hecho de que la defensa no contara con la información necesaria para proteger al líder rebelde ponía en peligro la imparcialidad del juicio.