Actualizado 30/03/2010 19:18

La ONU subraya que el 36% de la población afgana vive en la "pobreza absoluta" y un 37% roza la miseria


MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -

La corrupción, la impunidad y un enfoque excesivo en las cuestiones de seguridad a corto plazo y no en el desarrollo a largo plazo están aumentando la pobreza ya de por sí grave que sufren los afganos y que afecta a más de dos tercios de toda la población, de acuerdo con un informe publicado este martes por la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Afganistán.

El informe muestra una imagen alarmante de una población que sufre una grave crisis económica ocho años después de que el Acuerdo de Bonn firmado en 2002 prometiera un nuevo comienzo para los afganos tras décadas de conflicto. A pesar de una inyección estadounidense de unos 35.000 millones de dólares durante el período 2002-2009, al menos nueve millones de afganos --el 36 por ciento de la población-- vive "en la pobreza absoluta", y un 37 por ciento vive ligeramente por encima de la línea de la pobreza.

"La pobreza mata en la actualidad a más afganos que aquellos que mueren como resultado directo del conflicto armado", afirmó la representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Afganistán, Norah Niland. "La pobreza ni es accidental ni es inevitable, es causa y consecuencia de un déficit masivo de Derechos Humanos", añadió.

"Este déficit incluye una impunidad generalizada y una inversión inadecuada y una falta de atención a los Derechos Humanos", aseguró. "El abuso de poder un factor clave para la pobreza en Afganistán. Los intereses creados suelen configurar la agenda pública, ya sea en relación con la ley, las políticas o la asignación de recursos", señala el informe.

Como resultado de estas prácticas, "el Gobierno suele ser incapaz de suministrar servicios básicos, como seguridad, alimentos o alojamiento, y la corrupción generalizada limita aún más el acceso a los servicios para una gran proporción de la población", prosigue.

También subraya que muchos afganos perciben a los actores internacionales como "fundamentalmente interesados en objetivos a corto plazo y no en desafiar a las abusivas estructuras de poder". "Los afganos son conscientes de que las oportunidades se han desaprovechado, lo que ha dado fuerza a un sentimiento de desilusión y un creciente escepticismo por el futuro del proceso de democratización", señala el informe.

El informe concluye que un enfoque eficaz para reducir la pobreza debe ser integral, y que el esfuerzo para restaurar la seguridad debe estar acompañado por las medidas para frenar las abusivas estructuras de poder así como para crear oportunidades para que los pobres puedan hacer contribuciones libres a las decisiones que afectan a sus vidas.