Actualizado 21/12/2010 11:54

El presidente de Filipinas asegura que el nuevo plan de contrainsurgencia se centrará en la lucha contra la pobreza


MANILA, 21 Dic. (Reuters/EP) -

El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, ha anunciado este martes que el nuevo plan de contrainsurgencia del Ejército se centrará en el desarrollo de las medidas para luchar contra la pobreza, por considerarla el caldo de cultivo de los rebeldes maoístas y musulmanes.

Durante una ceremonia en la principal base militar de Manila, Aquino instó a las tropas a esforzarse más en el suministro de servicios sociales y en la construcción de las infraestructuras rurales que en los combates propiamente dichos.

"Si podemos poner fin a la pobreza, podremos poner fin a la guerra y a los tiros", manifestó Aquino, quien advirtió de la necesidad de que el país disfrute de una paz duradera y sostenible para acelerar el crecimiento económico y atraer inversiones.

Asimismo, el presidente anunció que el Gobierno podría duplicar la paga mensual de los soldados y prometió beneficios en viviendas y atención médica a los militares. También se comprometió a mejorar las capacidades del Ejército frente a las amenazas internas y a proteger las zonas exclusivas económicas del país de los cazadores furtivos, los contrabandistas y los piratas.

Desde finales de los años sesenta, el Gobierno filipino combate contra los rebeldes maoístas y musulmanes en varios puntos del país. Los enfrentamientos han causado más de 160.000 muertos y dos millones de desplazados, además de perjudicar el crecimiento económico del país.

El nuevo plan contrainsurgente establece que las tropas se dedicarán a tareas cívico-militares, como la construcción de carreteras, escuelas, hospitales y sistemas de agua potable, en las zonas más conflictivas del país.

El Ejército ya lleva cabo estas labores desde 2002 en el sur de Filipinas, donde suministra ayuda médica y repara escuelas y carreteras en el marco de su enfrentamiento contra los pequeños grupos islámicos próximos a Al Qaeda.