Actualizado 22/07/2013 16:23

El primer ministro australiano defiende la nueva política de asilo del país que asentará a refugiados en territorio papú


MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro australiano, Kevin Rudd, ha defendido este lunes la nueva política de asilo de Australia, que consiste en enviar a Papúa Nueva Guinea a los solicitantes de asilo que lleguen en barco a las costas australianas para que sean evaluados, por considerar que va dirigida contra "los comerciantes de la muerte", según ha informado la cadena británica BBC.

El acuerdo entre los dos países, que fue firmado el viernes, establece que aquellas personas que sean consideradas refugiadas sean asentadas en territorio papú, a cambio, Papúa Nueva Guinea recibirá inversiones de Australia. Los críticos han acusado a Australia de eludir sus obligaciones y de externalizar su problema hacia un país en desarrollo.

La medida llega en un momento en el que Australia intenta hacer frente a un incremento notable de la llegada de pateras, y pocos meses antes de que se celebren elecciones parlamentarias en el país, en las que se espera que el tema del asilo se convierta en un punto clave.

Rudd ha asegurado tras una reunión de su partido, el Partido Laborista, que el Gobierno "no pedirá perdón por la decisión que ha tomado". "Estas personas son comerciantes de la muerte y su modelo de negocio necesita ser desmantelado. Esta política se debe en parte a esto", ha declarado.

Australia ha afirmado que la medida pretende disuadir a las personas que quieren solicitar asilo de que no emprendan un peligroso viaje a bordo de una patera sobrecargada.

Las autoridades papúes han manifestado también sus preocupaciones respecto a este acuerdo. Según un antiguo miembro de la oposición de Papúa Nueva Guinea, Dame Carol Kidu, el país está en desarrollo y carece de los servicios suficientes para cumplir el acuerdo. "No tenemos los sistemas desarrollados que tiene Australia", ha afirmado.

"Nos enfrentamos nosotros mismos a muchos problemas y creo que esto podría convertirse en un nuevo problema. Se habla de ella como la solución de Papúa Guinea, pero considero que se trata más bien de la solución de Australia", ha señalado Kidu.

Por su parte, el ministro de Inmigración australiano, Tony Burke, ha reconocido la posibilidad de que aquellos solicitantes de asilo que no consigan el estado de refugiados puedan permanecer detenidos de forma indefinida en Papúa Nueva Guniea.

"Uno, permanecen bajo custodia. Dos, regresan a su país de origen. Tres, son alojados en algún otro país en el que tengan permiso de residencia. No tienen derechos de residencia en Australia, pero cualquiera de esas tres opciones permanece abierta", ha explicado Burke en la emisora de radio ABC.

Este fin de semana, el Ejecutivo australiano lanzó una campaña publicitaria para difundir la nueva política dirigida a aquellos países de los que normalmente proceden los solicitantes de asilo, tales como Irán, Irak, Afganistán y Sri Lanka, entre otros.

En dicha campaña, las autoridades australianas también ofrecían recompensas económicas a todas aquellas personas que aportaran datos relacionados con los traficantes, que utilizan Indonesia como punto de tránsito desde el cual botan barcos hacia la Isla de Navidad, el territorio australiano más cercano.

La adopción de esta medida provocó que durante el fin de semana se produjeran disturbios en el centro de procesamiento que Australia tiene en la isla de Nauru, donde algunos solicitantes de asilo incendiaron varios edificios. Según las autoridades australianas, 125 solicitantes de asilo han sido acusados de participar en los disturbios, que causaron cuantiosos daños materiales