Actualizado 27/07/2010 16:33

Al Qaeda roba sangre en hospitales iraquíes a punta de pistola para sus milicianos heridos, según el 'New York Times'


NUEVA YORK, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -

Miembros de Al Qaeda en Mesopotamia han estado robando sangre a punta de pistola en bancos de plasma y hospitales para sus combatientes heridos para evitar correr el riesgo de que estos sean detenidos si acuden a centros médicos, según han relatado al 'New York Times' médicos y empleados de dichas instalaciones, así como algunos insurgentes suníes.

Según responsables médicos iraquíes, este tipo de ataques han venido ocurriendo desde hace algún tiempo en las ciudades principalmente suníes. De acuerdo con los empleados, en algunos casos los efectivos de seguridad iraquíes que viligan los centros médicos han dejado que el robo se llevara a cabo. Los ataques se han producido en Diyala, Salahuddin, Anbar y Nínive, principalmente en su capital, Mosul.

Hadad Hamad, un doctor de la provincia de Anbar, relata que estos ataques comenzaron en el oeste de Irak en 2005 cuando "combatientes de Al Qaeda irrumpieron en el banco de sangre del hospital Al Qaim, se apoderaron de grandes cantidades de sangre y se la llevaron" a otro lugar, aparentemente para tratar a sus milicianos heridos.

Este centro, próximo a la frontera siria, tuvo que ser cerrado durante varios días este verano para proteger a su personal después de que los médicos recibieran amanazas de muerte por no querer cooperar con las demandas de Al Qaeda de sangre y otra ayuda médica.

Sin embargo, estos robos de sangre podrían no ser de utilidad para los insurgentes si no se tratan de forma correcta. "Incluso si se tiene el mismo tipo de sangre, hay que hacer una conexión perfecta", explica el director de la Sociedad de la Media Luna Roja iraquí, Yaseen Ahmed Abbass, subrayando que "no es un procedimiento fácil".

Pero algunos médicos que trabajan en áreas suníes creen que Al Qaeda cuenta con sus propios especialistas para realizar las transfusiones y tratar las heridas de bala y de esquirlas.

Tanto el Ejército estadounidense como el Gobierno iraquí dicen no tener constancia de estos robos de sangre, mientras que los empleados de los hospitales reconocen que no han informado a las fuerzas de seguirdad por temor a represalias o porque creen que tanto el Ejército como la Policía cuentan con efectivos que simpatizan con la insurgencia.

Por su parte, un hombre que dice ser miembro de Al Qaeda y que se identificó con el nombre de guerra de Abu Mustafa al Mejmai, explicó al diario que los insurgentes se han visto obligado a robar sangre debido a la presión militar de las fuerzas estadounidenses e iraquíes.

Además, añadió, han creado sus propias clínicas que cuentan con médicos y enfermeros. Según este miliciano, durante los combates los insurgentes resultan "gravemente heridos", por ello "hemos intentado ser autosuficientes para evitar que los muyahidines caigan en manos de los invasores".