MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un ingeniero de Guinea Ecuatorial, Lucas Olo Hondo, de 43 años, ha permanecido retenido y enfermo durante una semana en la sala de inadmitidos en el aeropuerto de Madrid-Barajas, después de llegar desde Malabo con 14.000 euros para recibir un tratamiento médico.
La Jefatura Superior de la Policía de Madrid precisó a Europa Press que esta persona no fue admitido por carecer de visado y de permiso de residencia, documentos imprescindibles para acceder al territorio Shengen, según la legislación fronteriza. No obstante, el ciudadano consiguió entrar a España gracias a las gestiones del Consulado de Guinea Ecuatorial exclusivamente durante 15 días por "razones humanitarias" para recibir el tratamiento médico.
Los hechos comenzaron el pasado 4 de febrero, cuando el ingeniero llegó al puesto fronterizo. Según relató a Europa Press el abogado del guineano, Gustavo Duguech, entonces un funcionario le realizó la primera entrevista y le tomó los datos. Después, le redirigió a la sala de inadmitidos, donde se le asignó un letrado de oficio para una segunda entrevista, en la que se le informó de la prohibición de acceder al país porque la residencia permanente se la había caducado y no traía visado, a pesar de justificar monetariamente su objetivo.
Ante ello, Lucas permanece en esta sala con un estado de salud agravado. Por ello, su familia contacta el 9 de febrero con un abogado particular, Gustavo Duguech, para que se haga cargo de su defensa. A la mañana siguiente se presentó en Barajas y se entrevistó con las autoridades, que le informaron de que iba a ser deportado a Guinea Ecuatorial un día después.
El letrado señaló a Europa Press que al revisar el expediente solicitó explicaciones a la Policía porque no se le había informado a su defendido que un Juzgado de instrucción había autorizado su internamiento en la misma sala de inadmitidos pasadas las 72 horas, margen legal para ello.
Las gestiones practicadas por el Duguech, especializado en materia de extranjería, consiguieron el 11 de febrero que el pasajero consiga su visado y pueda entrar a España, supuestamente por "razones humanitarias", ya que había perdido durante su semana de internamiento varios kilos y su estado de salud era "muy delicado".
Ola Hondo fue internado en el Hospital del Rey para recibir un tratamiento en enfermedades tropicales. Aunque aún se encuentra débil, relató a su abogado las deficientes condiciones de la sala de inadmitidos del aeropuerto y se mostró "muy humillado" por lo sucedido. Ahora, ambos están estudiando un posible recurso judicial por lo daños causados durante una semana de internamiento.
"Hay jurisprudencia en este sentido de 2008 que dice que la sala de inadmitidos no cumple en este caso al condiciones higiénico-sanitarias mínimas. Así, un auto del 6 de mayo de 2008 del juez José Santiago Torres, se apunta que no existe la más mínima constancia que esta sala reúna los requisitos necesarios de estar dotados de servicios sociales, jurídicos, culturales y sanitarios", indicó Duguech.
