LONDRES, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro británico, Gordon Brown, se disculpó este miércoles por el papel de Reino Unido a la hora de enviar a más de 130.000 niños a antiguas colonias británicas durante un período en el que la mayor parte sufrió abusos, y expresó su pesar por el "equivocado" Programa para los Menores Migrantes, afirmando ante la Cámara de los Comunes que está "verdaderamente arrepentido".
El programa envió a los niños pobres a países como Canadá y Australia para que pudieran tener "una vida mejor", una medida que se produjo desde la década de los años veinte hasta los sesenta, pero muchos sufrieron abusos y fueron mentidos, ellos o sus familias.
"A todos los antiguos niños migrantes y a sus familias (...), estamos verdaderamente arrepentidos. Fuisteis defraudados", indicó. "Sentimos que fueran enviados fuera en un momento en el que eran muy vulnerables. Sentimos que, en vez de recibir cuidados, este país les dio la espalda", prosiguió.
"Y sentimos que las voces de estos niños no fueran siempre escuchadas, y sentimos que haya pasado tanto tiempo hasta que se haya producido este día y esta disculpa total e incondicional que se merecen justamente", aseveró, y lamentó que fueran mentidos y sus infancias "robadas".
Más de 130.000 niños, entre los tres y los 14 años, fueron enviados a los países de la Commonwealth. A una parte de los progenitores se les indicó que sus hijos habían muerto, mientras que al resto no se le daba apenas información sobre el estado de los niños.
Los antiguos niños migrantes relataron cómo a su llegada eran separados de sus hermanos y puestos en casas de acogida u orfanatos, aunque otros fueron educados sólo para trabajar en el campo. Muchos también fueron sometidos a abusos físicos y sexuales. Hasta ahora, ningún primer ministro británico había realizado ninguna disculpa oficial, a pesar de las peticiones que han realizado en diferentes ocasiones los grupos de víctimas.
Tony Costa, que creció en distintos orfanatos en Reino Unido hasta que a los doce años fue enviado a Australia, afirmó que la disculpa no llega tarde. "Hasta el día de hoy, a primera hora de la mañana, es común que me despierte bañado en sudor, pensando que aún permanezco en esas instituciones", aseguró.
La semana pasada, la embajadora a Australia, baronesa Valerie Amos, afirmó que la disculpa es "un gran hito". "Durante los últimos meses, he conocido a muchos cuyas vidas han sido arruinadas, y he escuchado sus historias personales", añadió. "Queremos mirar hacia un futuro en el que estos sucesos no se repetirán", afirmó.
Se cree que las palabras de la disculpa han sido debatidas con las organizaciones que representan a los antiguos niños migrantes y a sus familias. Al menos 60 niños volaron a Londres para poder escuchar la disculpa en persona. Unos 7.000 de estos niños aún viven en Australia.
