Trinidad Jiménez advierte de que Marruecos no es "potencia ocupante" desde el punto de vista jurídico
MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
España apoya que se amplíe el mandato de la misión de la ONU en el Sáhara Occidental, MINURSO, a la vigilancia de los Derechos Humanos si así lo acuerda el Grupo de Amigos del Sáhara que España forma con EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia, ha matizado este miércoles la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez.
En su intervención ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, Jiménez se ha mostrado convencida de que los recientes acontecimientos en el Sáhara Occidental tras el desmantelamiento del campamento de protesta saharaui, "con las limitaciones" vistas a la labor de la MINURSO, "influirán sin lugar a dudas en la renovación de su mandato, con más presiones para la inclusión del control de los Derechos Humanos".
Una posición, ha precisado inmediatamente después, que "España apoya en caso de consenso en el Grupo de Amigos" del Sáhara que existe en Naciones Unidas.
Estas palabras matizan las declaraciones que Jiménez efectuó el sábado pasado tras reunirse con su colega estadounidense, Hillary Clinton, con motivo de la cumbre de la OTAN en Lisboa.
Allí afirmó ante la prensa que España es partidaria de que MINURSO amplíe sus capacidades "en la protección o en la vigilancia de los Derechos Humanos" en la zona y consideró que esta opción, rechazada año tras año por el Consejo de Seguridad de la ONU por la oposición expresa de Francia, sigue siendo una "posibilidad".
La MINURSO está presente en el territorio desde 1991 para vigilar el acuerdo de alto el fuego al que llegaron Marruecos y el Frente Polisario y para organizar y dirigir un referéndum en el que la gente del Sáhara Occidental tuviera la oportunidad de decidir el futuro estatus del Territorio.
Tras los incidentes que se iniciaron el pasado día 7, MINURSO pidió acceder al campamento de protesta y visitar los hospitales a los que se derivó a los heridos en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad marroquíes y los saharauis que pedían mejoras sociales, pero Rabat se lo impidió.
La jefa de la diplomacia española ha advertido de que desde "un punto de vista jurídico" no se puede llamar a Marruecos "potencia ocupante" ya que la administración "de facto" que ejerce en el territorio "no es producto de un conflicto bélico" ni de un elemento de fuerza, "sino de un acuerdo" al que llegó España con Mauritania y Marruecos para entregar el territorio, los llamados Acuerdos de Madrid cuya legalidad no reconoce el derecho internacional.
El Sáhara Occidental es un "territorio no autónomo donde no se ha concluido la descolonización" y lo que puede hacer España es "tratar de trabajar con las partes para que se logre una solución", que Naciones Unidas "renunció a imponer" a una de las partes.
TRABAJAR CON FRANCIA Y EEUU
Por eso España ha pedido al Grupo de Amigos del Sáhara "una mayor implicación" en la búsqueda de esa solución y seguirá contribuyendo a un arreglo tanto en su apoyo a las negociaciones que auspicia Naciones Unidas como "en posibles iniciativas conjuntas con Francia y EEUU".
Ha asegurado también que España "mantendrá" la ayuda humanitaria a los campamentos saharauis en Tinduf (Argelia) y ha subrayado la "necesidad" de "apoyar una mejora" en las relaciones entre Marruecos y Argelia.
El senador del PP Alejandro Muñoz Alonso ha recordado que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, confiaba nada más llegar a La Moncloa en resolver el contencioso en seis meses y hace unos días reconocía públicamente que encontrar un arreglo entre las partes es "dificilísimo".
