MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Seis hombres sudaneses fueron ejecutados ayer por su implicación en un disturbio que se produjo en un campamento de desplazados en la capital sudanesa, Jartum, en el año 2005, informa la BBC que señala que fueron hallados culpables de haber matado a trece policías en los enfrentamientos en los que también murieron cinco civiles.
La violencia comenzó cuando la Policía intentó desalojar el campamento de Soba Aradi, que alberga a los refugiados procedentes de la guerra civil de más de dos décadas entre norte y sur. En relación con este hecho, la organización defensora de los Derechos Humanos Amnistía Internacional (AI), emitió un comunicado en el que expresó su preocupación por la imparcialidad de los juicios, indicando que los acusados podrían haber sido obligados a confesar los asesinatos bajo tortura.
Las últimas ejecuciones han puesto la atención de nuevo sobre la fragilidad de la paz en este país africano. Algunos de los ejecutados proceden de la región sudanesa de Darfur, mientras que el resto procede del sur.
El principal partido político de Sur de Sudán, el ex rebelde Movimiento para la Liberación del Pueblo de Sudán (SPLM), que es socio en el Gobierno nacional, afirmó que cinco de ellos son miembros de su partido.
"No había pruebas (...), de que fueran los responsables", afirmó un responsable del SPLM, Yasir Arman. "Ha sido una cuestión política, y se han producido numerosas irregularidades en los procedimientos judiciales", añadió.
Por su parte, Amnistía aseguró que se ha producido un "fracaso flagrante" para asegurar que los hombres tuvieran un juicio justo. "Estas muertes trágicas subrayan el número cada vez mayor de ejecuciones que tienen lugar en Sudán, muchas de las cuales tienen lugar después de juicios injustos", afirmó un portavoz del grupo, Tawanda Hondora. De acuerdo con este grupo, Sudán llevó a la muerte a 60 personas el año pasado.
