Actualizado 22/01/2010 12:40

Vic.- El alcalde de la localidad acusa a Gobierno y Generalitat catalana de "buenismo" y no afrontar el problema

BARCELONA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Vic (Barcelona), Josep Maria Vila d'Abadal, acusó hoy de practicar el "buenismo" a Gobierno y Generalitat catalana y de no afrontar los problemas que la llegada de la inmigración ha comportado en algunos municipios.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, recogidas por Europa Press, Vila d'Abadal esperó que el debate surgido a raíz de su propuesta de no empadronar a los 'sin papeles' salga del circuito mediático, después de que ayer el Consistorio informase ayer que acata el informe de la Abogacía del Estado que señaló que la medida incumplía la ley.

"Decir que la medida es xenófoba es de una injusticia absurda, es minimizar una cosa, y atajarla cuando no la puedes tratar a fondo", aseguró. Acusó al Gobierno de no estar llevando a cabo su trabajo y de no cumplir la Ley de Extranjería, así como de no dar los recursos necesarios a los municipios para afrontar la realidad social.

Acusó al Estado de, al "no poder luchar contra esto", decir que la medida es xenófoba y "ridiculizar" a la ciudad y a su alcalde. "Es una manera burda y sucia de trabajar este tema", señaló. Añadió que él no hubiese tenido que proponer esa media si la Guardia Civil hiciese su trabajo y no llegasen inmigrantes 'sin papeles'.

El alcalde reconoció que será difícil tratar la cuestión ya que aseguró que al proponer medidas como la suya "te linchan" y da "miedo" hablar del tema. "Se hace lo políticamente correcto", lamentó.

Acusó al secretario de Inmigración de la Generalitat catalana, Oriol Amorós, de hacer discursos "de que todo es fantástico" y aseguró que de esta forma se está activando que la gente se canse de la inmigración y que "no quieran a los inmigrantes".

ESPERA A RUBALCABA

Vila d'Abadal acusó al Gobierno de no colaborar lo suficiente para que los ayuntamientos puedan afrontar a los inmigrantes en situación irregular que les llegan y aseguró que aún está esperando a que el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, trate con él el asunto, tal y como le dijo en una visita a la ciudad. "Aún le espero", dijo.

Sobre las declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que al conocerlas pensó que era un persona !que no tenía el nivel para ser el presidente" de España.

Señaló que si un inmigrante no está en situación legal no puede trabajar y si no trabaja no tiene ingresos, y el Ayuntamiento se encuentra que tiene que acogerlo. "Si tan buenos quieren ser que también puedan trabajar de entrada", aseveró. El alcalde dijo que no es digno para nadie vivir en esta situación y señaló que para ser libres y autosuficientes necesitan un empleo.

Lamentó haber escuchado "tantas cosas tan mal dichas", así como el "total desconocimiento" de Vic. Aseguró que no hace demasiada autocrítica tras la polémica y señaló que si se hubiese mantenido la propuesta a nivel local no hubiese habido tanto revuelo.

El alcalde defendió que la ciudad ha sido modélica en la acogida de la inmigración --citó por ejemplo los Espacios de Bienvenida Educativa (EBE)--, pero reconoció que existen dificultades que es necesario acatar para conseguir una sociedad más cohesionada y que los habitantes "de toda la vida" acepten que la inmigración no es negativa.