Actualizado 18/01/2010 11:17

Vic.- PP catalán entiende al alcalde, acusa a Zapatero y cree que Corbacho "los quiere expulsar a todos"


MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

La presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, afirmó hoy que entiende al alcalde de Vic, ve "comprensible" la decisión de no empadronar a inmigrantes ilegales y cree que no se trata de xenofobia. Agregó que la culpa de que estemos en esta situación es de "las políticas de inmigración" del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y, además, considera que el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, "ahora los quiere expulsar a todos".

En declaraciones a la Cadena Cope recogidas por Europa Press, Sánchez Camacho recalcó que "el único partido que puede decir con coherencia que siempre ha dicho lo mismo es el PP", porque siempre mantuvo que es necesario "controlar los flujos de inmigración".

"Mientras unos nos criticaban y decían que éramos racistas, que éramos xenófobos, y apostaban por los papeles para todos e incluso se encerraban en alguna iglesia en Cataluña, ahora hemos pasado a que Corbacho dice que maletas para todos", subrayó.

A su juicio, la inmigración "es positiva" cuando "viene a trabajar, con contrato de trabajo, cuando viene a integrarse", pero lo que "no se puede permitir es una inmigración en situación de ilegalidad, una inmigración que no puede tener contratos de trabajo". Agregó que hay que "luchar de manera contundente" contra la inmigración ilegal.

Consideró que "hay que tener en cuenta" que Cataluña "es la puerta en España de la Unión Europea y la puerta de entrada de mucha inmigración" y, en el censo de algunos municipios, "la población inmigrada supera el 40 por ciento". Explicó que "hay incluso guetos y puntos de marginación que están protagonizados por la inmigración", entre otros municipios, en Vic.

Pidió "con carácter inmediato" una reforma de la actual Ley de Extranjería porque los españoles "están a favor de una inmigración legal y ordenada". "Creo que es prioritario, inmediato y necesario modificar la Ley de Extranjería y, como siempre, el presidente Zapatero, a los problemas reales de la calle, mirando hacia otro lado y preocupándose por cuestiones que no son prioritarias para España", apostilló.