Publicado 08/01/2020 17:01

"El cambio climático ha llegado a las aulas". Por Laura Holgado Ruiz, de Hastings School

Imagen de lápices utilizados en un aula.
Imagen de lápices utilizados en un aula. - EUROPA PRESS - Archivo

En la actualidad, una de las mayores preocupaciones que afectan directamente a la forma de vida de nuestra sociedad es el cambio climático. Las consecuencias que ocasiona a nivel global son destructivas. En primera persona, estamos siendo testigos de cómo afecta el calentamiento global: el deshielo de glaciares y polos, el aumento del nivel del mar, incendios, deforestación, sequías, olas de calor, especies en riesgo de extinción...

Una larga lista de catástrofes que estamos permitiendo que se sucedan a lo largo del tiempo, sin poner remedio alguno. Afortunadamente, esta emergencia climática está llamando a la movilización y ya son muchos jóvenes los que están tomando conciencia de las consecuencias que esta crisis acarrea para todos los rincones del planeta. Estas nuevas reflexiones emanan principalmente de las aulas de los centros educativos de todo el mundo.

La población anhela un mundo sostenible en el que cada vez son más los que aluden y luchan por la necesidad de la implantación de medidas que eviten la esquilmación de los recursos naturales de los que vivimos y, buscan huir de la destrucción del planeta. La responsabilidad debería caer en manos de los adultos, pero en este caso, los jóvenes están cogiendo las riendas de esta situación tan culminante y tratan de sacar a flote un planeta asfixiado en manos de la contaminación que entre todos estamos generando. Jóvenes que se están convirtiendo en la voz de todos y, siendo un ejemplo, están focalizando todos sus esfuerzos en proponer salidas que liberen a un planeta cada vez más gris.

En la educación se encuentra un atisbo de esperanza, convirtiéndose en la vía para que las generaciones futuras, desde edades tempranas, comiencen a tomar conciencia de la situación que vivimos. Van a ser los primeros, en definitiva, quienes van a padecer las consecuencias de un legado cuanto menos irresponsable.

Desde las aulas de Hastings School, por ejemplo, alumnos de 8 años inspirados por Greta Thunberg no han querido perderse la oportunidad de colaborar y asociarse a 'Fridays for future', movilizándose por la causa en la zona de Plaza Castilla (Madrid) alzando sus primeras pancartas y poniéndose manos a la obra con su particular objetivo de mantener los parques limpios de residuos. A lo largo de todos los cursos de este colegio británico se llevan a cabo diferentes iniciativas para apoyar el desarrollo sostenible gracias a proyectos co-curriculares. En el caso de secundaria, además, a través de un club extracurricular se han ido introduciendo iniciativas como el 'meat free Monday' o la eliminación de los plásticos de un solo uso por todo el colegio.

En este sentido, los centros escolares deben abordar la crisis climática e instruir a los jóvenes en sostenibilidad como principal vía hacia el cambio. Sin ir más lejos, países como Italia están incorporando en el listado de materias 'Cambio climático', con el fin último de acercar el problema a las aulas y que la asignatura se convierta en el centro del programa educativo.

Con ello, en toda Europa, se están tomando medidas educativas en cuanto a medio ambiente. Estas nuevas tendencias se centran, sobre todo, en la elaboración de programas de enseñanza con los que potenciar actividades, tanto curriculares como extraescolares, en las que los alumnos puedan poner en práctica los conocimientos adquiridos a nivel teórico en materia medioambiental. De este modo, el objetivo principal es el desarrollo de estrategias de Educación Medioambiental y su integración en los sistemas educativos.

Así, el cambio climático y la educación ambiental están llegando a las aulas a partir de la implantación de apuestas, conferencias, herramientas y actividades que permiten tanto a niños como a jóvenes acercarse a la sostenibilidad y al bienestar global. En este sentido, bien es cierto que la sensibilización y el compromiso con nuestro planeta están llevando a los jóvenes de todas las partes del mundo a la acción. Las nuevas generaciones, comprometidas con esta causa, están haciéndole frente a esta situación a base de impulsar estilos de vida más sostenibles.

Para concluir, cabe decir que el cambio climático se ha convertido en una realidad y, sin duda alguna, ya es uno de los mayores desafíos a los que la humanidad se ha enfrentado. Intensificándose las consecuencias negativas tanto para el medio como para la salud es hora tomar cartas en el asunto y motivar a la ciudadanía. El primer paso debe darse en las aulas de los centros educativos, donde se forja el futuro y concienciar a los más pequeños de la importancia de potenciar acciones que velen por equilibrio del planeta.

Laura Holgado Ruiz es coordinadora de Comunicación de Hastings School.

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