En los últimos 20 años hemos vivido muchos cambios relativos a la tecnología y la digitalización, cambios que han influido en todos los ámbitos de la sociedad y han revolucionado desde nuestra forma de trabajar hasta la manera en la que nos relacionamos.
La democratización del acceso a Internet ha permitido que tengamos a nuestra disposición una cantidad de información que nunca antes habíamos tenido y los avances en tecnología han ayudado a que todo ello esté, literalmente, al alcance de la mano.
Dejando a un lado los riesgos que todavía nos plantea de la tecnología, fundamentalmente entre jóvenes y adolescentes o la influencia que ejercen las redes sociales en la sociedad, podríamos pararnos a pensar en cómo puede ayudarnos la tecnología.
El avance de la sociedad digital es imparable y puede ser una magnífica oportunidad para mejorar la vida de las personas. En el caso de los colectivos más vulnerables, la tecnología se convierte en un aliado.
Ese es el objetivo de la Fundación Orange que, desde hace 20 años trabaja para ayudar a las personas a comunicarse mejor y que ningún colectivo, especialmente los que sufren un mayor riesgo de exclusión se queden fuera de los beneficios que aporta la nueva sociedad digital.
Precisamente uno de los colectivos con mayores dificultades de comunicación es el de las personas con trastorno del espectro del autismo. Para mejorar su interacción social, la Fundación ha lanzado numerosas soluciones digitales, como comunicadores, cuentos visuales o videojuegos. También ha lanzado numerosas campañas de comunicación, como "Junto al Autismo" para fomentar el conocimiento social y promover la aceptación del colectivo.
La tecnología también puede ser una herramienta para ayudar a jóvenes en situación social y educativa vulnerable. Con talleres de habilidades digitales y sociales en las Escuelas de Segunda Oportunidad y de Formación Profesional básica, se impulsa el trabajo en equipo, la motivación y el interés por seguir aprendiendo. Estas competencias favorecen la inclusión social activa y el acceso al mundo laboral.
Del mismo modo, en esta era de la igualdad, el papel inclusivo de la tecnología no puede fallar a las mujeres en situación social de riesgo o exclusión. Mediante la formación en herramientas y competencias digitales, se mejora su autonomía y empleabilidad. Para ello se han puesto en marcha 6 aulas informáticas con la Fundación del Secretariado Gitano.
También es importante impulsar el talento femenino y fomentar las vocaciones tecnológicas entre las niñas, dando visibilidad a las mujeres que destacan en la tecnología y cuya labor constituye un referente en el desarrollo y la transformación de la sociedad. Con el Premio Mujer y Tecnología, que ya alcanza la IV edición, la Fundación Orange contribuye a este fin.
Tener la tecnología al alcance de nuestra mano supone una gran responsabilidad. Si la tecnología es útil, se convierte en innovación y, si llega a todos, la innovación se convierte en progreso. Así es como conseguiremos que la revolución digital sea más útil y más humana.
Por Fundación Orange
