Fotos de recurso de ancianos, jubilados, etc. - Europa Press - Europa Press - Archivo
La esperanza de vida es cada vez más alta y las personas suelen vivir muchos más años de los que se disfrutaban hace unas décadas. Y a más años, más dificultades, porque no todos llegamos en las mismas condiciones, ni con la misma red de ayuda y cuidado de necesidades generadas por esta situación. Por ejemplo, en la ciudad de Madrid hay 417.090 hogares unipersonales que asciende al 30,9% según datos del INE a 1 de enero de 2018.
Para estas personas que están solas; debido en gran medida al impacto que la tecnología tiene en nuestras vidas (cada vez menos contacto personal), la globalización (que, en ocasiones, hace que tus hijos no estén cerca, si es que los tienes), diferentes estilos de vida y de familias; insistirles en la importancia que tiene el pedir ayuda.
Cada día en nuestro trabajo vemos casos que requieren de una atención, más allá de la que la administración puede llegar a ofertar. Es cierto que se hacen esfuerzos, pero no se puede llegar a todo, por ello se hace necesario la aportación de todos, aprovechar sinergias entre la administración y los recursos privados para dar una solución humana y de calidad. En definitiva, complementarnos y dar opciones.
Encontramos recursos en empresas como Masquecuidar dedicada a la atención domiciliara; creada y gestionada por enfermeras con más de 20 años de experiencia que hace un seguimiento sanitario, social y emocional de cada situación intentando dar solución al problema de la soledad en los mayores, que impacta de manera notable en su salud y calidad de vida.
Por el Día Internacional de las Personas de Edad, que se celebra el próximo martes, 1 de ocubre, queremos resaltar la importancia de mirar con ojo crítico que tipo de sociedad tenemos, cual queremos y la obligación moral de entre todos dar una solución a cada caso.
Natividad Comes Gorriz es gerente de Masquecuidar, formación, atención y salud
