MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Instituto para la Producción Sostenible (IPS), organización sin ánimo de lucro que promueve una cultura empresarial de la sostenibilidad, quiere sumarse a la batalla contra el desperdicio alimentario, un problema con impacto económico, social y medioambiental que afecta tanto a las economías en vías de desarrollo como a las principales economías del mundo.
Según la FAO, cada año 1.300 millones de toneladas de comida terminan en la basura, de los cuales 7,7 millones corresponden a España, lo que convierte al país en el séptimo del continente que más comida desperdicia.
Para el IPS, el cambio en los hábitos del consumidor hacia un consumo responsable, que respete la temporalidad de los alimentos y que promueva el consumo de productos de cercanía es clave. Además, es necesario mejorar la gestión de los recursos en toda la cadena agroalimentaria ajustando los productos a la demanda, sacando el máximo rendimiento a las materias primas, aprovechando los nuevos canales de comercialización y las nuevas tecnologías y mejorando la información al consumidor en el etiquetado.
El IPS pone especial atención en la priorización de envases sostenibles, fabricados con materias primas renovables, reciclables y biodegradables, como el cartón que además de proteger y asegurar la higiene alimentaria, alarga la vida útil de los alimentos contribuyendo a la lucha contra el desperdicio.
Por otro lado, también existe la posibilidad de dar una segunda vida al desperdicio y utilizarlo como materia prima reutilizando los alimentos desechados para fabricar compostaje, biogás o pienso animal. Algo que está plenamente en línea con la premisa de la economía circular que defiende la UE, y en la que igualmente trabaja el IPS.
En los últimos años, tanto el sector primario como la industria agroalimentaria, la distribución y las empresas de restauración han avanzado en la prevención de ineficiencias que acaben generando desperdicio y en el impulso de buenas prácticas para aprovechar los excedentes.
Prueba de ello es la 'I Semana contra el Desperdicio Alimentario' que se celebra estos días y que coordinada por AECOC tiene como objetivo poner en valor los alimentos y ofrecer información y recomendaciones al consumidor para que haga un buen uso de ellos, evitando así su desperdicio.
