Actualizado 10/05/2018 13:59

Lanzan créditos de carbono para la conservación de humedales costeros

Juncos, Vegetación De Humedales
EUROPA PRESS - Archivo

   MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -

   The Nature Conservancy (TNC) y XL Catlin han anunciado este jueves durante la I Cumbre sobre el Riesgo Marino que se celebra estos días en Bermudas, un proyecto para desarrollar 'Créditos de Carbono Azul para la Resiliencia', un sistema de créditos de carbono para empresas para sustentar la conservación continuada de los humedales costeros, asignando un valor de mercado a los beneficios de resiliencia que ofrecen estos ecosistemas.

   Para ello, TNC explorará distintas opciones con vistas a valorar los servicios de resiliencia prestados por los humedales costeros. Una de esas opciones podría consistir en un sistema de clasificación numérica, que asignaría un valor en dólares a los humedales en función de factores como su potencial para la reducción de los impactos de las tormentas, su ubicación con respecto a comunidades, actividades y activos económicos locales vulnerables, y los beneficios potenciales de la recuperación de los hábitats. Las cifras generadas por dichas clasificaciones, combinadas con la capacidad de almacenamiento de carbono de un humedal determinado, generarían 'Créditos de Carbono Azul para la Resiliencia'.

   Estos créditos proporcionarían entonces a las organizaciones la capacidad de gestionar sus huellas de carbono, actuando al mismo tiempo como mecanismo de financiación para la conservación de los humedales, incrementando así la resiliencia costera para las comunidades.

   Los humedales costeros (marismas saladas, praderas de posidonia y manglares) secuestran miles de millones de toneladas de carbono de la atmósfera en concentraciones hasta cinco veces superiores a las de los bosques terrestres. El carbono capturado y almacenado en estos humedales costeros se denomina 'carbono azul'. Dado que cada vez hay más empresas que compran créditos de carbono para compensar sus huellas, este crédito hará posible la valoración del secuestro de carbono y de los beneficios para la resiliencia costera que proporcionan los humedales tanto a los negocios como a las comunidades.

   A diferencia de otras soluciones de mitigación climática, los humedales costeros no solo secuestran carbono, sino que además protegen el litoral absorbiendo la energía del oleaje entrante y proporcionando protección frente a las tormentas, a menudo con costes inferiores a los de infraestructuras artificiales como los diques y los malecones.

625 MILLONES DE AHORRO GRACIAS A LOS HUMEDALES

   Según informan ambas partes del proyecto, científicos estiman que solo hacen falta 100 metros de manglares para reducir la altura de las olas en un 66% y, según un estudio reciente, los humedales permitieron ahorrar 625 millones de dólares en daños directos por inundaciones en el caso del huracán Sandy en Estados Unidos.

   "El carbono azul es una oportunidad emergente para la conservación y recuperación de humedales que está ganando popularidad en el ámbito de la política internacional y goza cada vez de mayor reconocimiento en las iniciativas financieras", afirma la directora general global para el Océano de The Nature Conservancy, Maria Damanki.

   Según asegura, los humedales ayudan tanto a luchar contra el cambio climático como a alcanzar los objetivos de mitigación de gases de efecto invernadero, al tiempo que contribuyen a que las costas sean más resilientes a los impactos del cambio climático.

   Por eso, considera que "un incentivo económico es vital para la conservación de los humedales costeros, ya que permite contrarrestar la destrucción de humedales asignando un valor financiero a la resiliencia ofrecida por esos sistemas.

CAPTURA DE 350 MILLONES DE TONELADAS DE CO2 AL AÑO

   Según destaca The Nature Conservancy, se estima que la mitad de los manglares y de las praderas de posidonia del mundo ya han desaparecido. Además, subraya que, al ritmo actual, los manglares no protegidos podrían desaparecer totalmente de aquí a 2100. Cuando estos sistemas se pierden o se deterioran, se convierten en una fuente de gases de efecto invernadero: las emisiones anuales ocasionadas por la pérdida de ecosistemas de carbono azul se estima en 450 millones de toneladas de CO2, equivalente al 19% de las emisiones derivadas del uso de la superficie terrestre.

   Tal y como pone de relieve, la infraestructura costera natural es a menudo la primera línea de defensa frente a los fenómenos meteorológicos graves, por lo que el objetivo de este proyecto piloto consiste en establecer a los humedales costeros como la nueva frontera en términos de almacenamiento de carbono.

   La organización recuerda que en el último siglo se han perdido entre el 30% y el 50% de los ecosistemas costeros. Aunque solo se recuperase menos de una cuarta parte de esos humedales costeros desaparecidos, estos podrían capturar hasta 350,6 millones de toneladas de CO2 al año, suficientes para suministrar electricidad a 40 millones de hogares.