Publicado 14/11/2019 19:21

El proyecto 'Alimentando el Cambio Challenge' arranca su segunda edición para promover los "buenos" hábitos alimenticios

MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

El proyecto Alimentando el Cambio Challenge arranca este jueves 14 de noviembre su segunda edición para "identificar" y "premiar" los hábitos de alimentación e hidratación "saludables, buenos y sostenibles" en centros de Educación Primaria. La iniciativa está promovida por la Fundación Ashoka, Danone, la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y el Ministerio de Educación y Formación Profesional.

Estas entidades señalan que el propósito del concurso es "reconocer" a aquellos niños, de entre nueve y doce años, que hayan impulsado proyectos "innovadores" y también hayan puesto en práctica su capacidad de solucionar retos y mejorar su bienestar y el de sus compañeros.

Así, esta será la segunda edición de este concurso que en su primera convocatoria premió a tres proyectos pedagógicos, de Castilla y León, Madrid y Pontevedra, por la "mejora" del comedor escolar y experiencias "innovadoras" en la escuela y en colaboración con las familias.

"Con Alimentando el Cambio Challenge, queremos reconocer aquellas buenas prácticas que hayan demostrado una mejora en los hábitos de alimentación y estilos de vida saludables de los alumnos, con experiencias tanto en el centro escolar como con la participación de las familias", ha explicado la directora de Public Affairs de Danone, Laia Mas.

En esta ocasión, las empresas organizadores indican que habrá tres proyectos ganadores que destaquen en las siguientes categorías: innovación en materia de alimentación saludable e hidratación; colaboración entre escuela y familias; y mejora del comedor escolar. Los centros educativos que se proclamen ganadores recibirán 2.500 euros en el caso del primer premio, 1.000 euros el segundo y 500 euros el tercero.

El plazo de inscripción se abrió este lunes 11 de noviembre y permanecerá abierto hasta el 15 de abril de 2020. Los proyectos, según las entidades impulsoras, deberán estar "alineados" con el proyecto educativo del centro, crear espacios para que los niños propongan soluciones y puedan llevarlas a cabo y aborden las mejoras en su alimentación y salud de una forma "transversal".

Por último, los jueces serán un representante de cada empresa y tendrán en cuenta factores como el protagonismo de los niños en el proyecto, el enfoque transversal de los mismos, su potencial de impacto o replicabilidad y la creatividad e innovación.

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