Actualizado 23/09/2015 18:29

Los consumidores exigen a la CE una "investigación exhaustiva" sobre las emisiones tras el

La OCU afirma que el consumidor no debe hacerse cargo de los costes de la desinstalación del dispositivo, ya que "quien hace la trampa, paga"

MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Organización Europea de Consumidores (Beuc) ha exigido a la Comisión Europea (CE) una "investigación exhaustiva" sobre las emisiones contaminantes y el consumo de combustible de los coches que se venden en Europa tras el escándalo de Volkswagen, según ha informado en un comunicado OCU, que forma parte de la organización europea.

La OCU ha calificado de "engaño" el caso de Volkswagen y ha afirmado que aún quedan por valorar sus implicaciones económicas. La organización de consumidores ha pedido que se aclare quién debería hacerse cargo de un hipotético incremento en el impuesto de matriculación por cambiar la categoría de eficiencia del coche y qué va a pasar en los casos en los que el coche fue comprado con una ayuda vinculada a sus características poco contaminantes, como el Plan Pive. "¿A cuántos vehículos afecta realmente este engaño? ¿Es Volkswagen la única marca implicada?", se pregunta.

"OCU lo tiene claro: el consumidor no debería hacerse cargo de ninguno de estos hipotéticos gastos, que deben correr de cuenta de Volkswagen", ha indicado la organización por medio de un comunicado, en el que deja claro que "quien hace trampa, paga".

La organización señala que el fabricante alemán debe llamar a los afectados, que son 11 millones de clientes en todo el mundo y desinstalar el dispositivo, pero "rápido, gratis y facilitando coche de sustitución". "En ningún momento pueden cobrarte un solo euro" ni "reducir la potencia de tu coche", indica la organización a los propietarios de los vehículos 'trucados', a quienes les recuerda, además, que deben exigir un documento desglosado en el que figuren las actuaciones realizadas.

La organización de consumidores afirma también que no es la primera vez que ocurre algo así en Volkswagen, ya que hace un año la asociación italiana Altroconsumo demostró que el Volkswagen Golf 1.6 TDI Bluemotion consumía 5,8 litros cada 100 kilómetros, en lugar de los 3,8 litros que aseguraba el fabricante.

Asimismo, la organización señala que al quitar el dispositivo de trucaje, el coche "dirá la verdad" y será tan contaminante como realmente es, "pero pasará la ITV sin problemas, ya que los niveles siguen estando muy por debajo de los límites europeos".

DIMISIÓN

Precisamente este miércoles el consejero delegado de Volkswagen, Martin Winterkorn, ha presentado su dimisión y abandonará el cargo tras asumir la "responsabilidad" en el caso de la manipulación de datos sobre emisiones de CO2 en Estados Unidos, a pesar de ser consciente de "no haber hecho nada equivocado".

"Como consejero delegado, acepto la responsabilidad por las irregularidades halladas en los motores diésel y por ello he pedido al consejo de supervisión que apruebe mi cese en las funciones como consejero delegado del grupo Volkswagen", afirma el directivo.

"Hago esto por el interés de la compañía, a pesar de que no he hecho nada malo", continúa Winterkorn en una nota, antes de considerar que Volkswagen necesita "aire fresco, también en términos de personal". "Con mi dimisión, despejo el camino para el cambio", indica.

"Me encuentro en estado de shock por los sucesos de los últimos días. Por encima de todo, me siento estupefacto ante la posibilidad de que una mala práctica de esta envergadura sea posible en el Grupo Volkswagen", afirma Winterkorn.

El directivo asegura que siempre se ha movido por el "deseo de servir a la compañía, especialmente a los clientes y a los empleados". "Volkswagen ha sido, es y siempre será mi vida", afirma.

"El proceso de aclaración y de transparencia debe continuar. Es la única forma para recuperar la confianza. Estoy convencido de que el Grupo Volkswagen y su equipo superará esta grave crisis", añade.

La renuncia de Winterkorn se produce días después de que las autoridades medioambientales estadounidenses detectaran que la compañía había falseado la información sobre sus emisiones de CO2 en Estados Unidos, por lo que podría recibir una penalización de hasta 18.000 millones de dólares (16.200 millones de euros).

Para hacer frente a esta situación, la compañía anunció una provisión de 6.500 millones de euros que afectará a sus resultados del tercer trimestre del año.

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