Actualizado 04/02/2013 12:11

Ence cuenta ya con más de 17.500 hectáreas de cultivo energético con una inversión de 42 millones en zonas rurales

Finca De Propiedad De Ence.
EUROPA PRESS/ENCE

HUELVA, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -

La compañía Ence cuenta ya a nivel nacional con más de 17.500 hectáreas de cultivo energético, que han supuesto una inversión de mas de 42 millones de euros en zonas rurales. De esta superficie, más de 4.500 ha están desarrolladas con riego por goteo, mejorando la eficiencia del material vegetal así como la mejora del uso del agua y nutrientes.

Según han informado a Europa Press fuentes de la compañía, el cultivo energético es una alternativa real, compatible con la Política Agraria Común (PAC) y rentable para los agricultores, a lo que añaden que la biomasa cultivada garantiza la estabilidad productiva de las plantas de generación energética, sin dependencias atmosféricas, y convierte a la energía con biomasa en la única renovable que se puede programar.

De este modo, señalan que los cultivos energéticos son uno de los pilares del desarrollo de la biomasa, como fuente energética renovable, de "innegable potencial" y suponen una apuesta con "gran futuro para la generación de energía renovable sostenible, con múltiples beneficios sociales y medioambientales", ya que implican la creación de empleo local, contribuyendo a la vez a la disminución de la dependencia energética nacional y mitigando el cambio climático, gracias a su capacidad de secuestro de gases de efecto invernadero.

La biomasa sólida con cultivo energético conlleva, a diferencia del resto de tecnologías renovables, una considerable inversión previa al inicio de la construcción de la planta destinadas al arrendamiento de fincas a largo plazo a los propietarios, a la preparación del terreno, a la instalación del sistema de riego, a la plantación y otras labores de mantenimiento, cosecha y logística y acopio de residuo forestal.

A su vez, la capacidad pendiente de desarrollo del PER 2011-2020 en biomasa solida de alrededor de 620 megavatios (MW), es otra de las razones que apuntan a un próximo impulso a la participación de esta tecnología renovable en el sistema de generación nacional.

Además, existe la posibilidad de crear una plataforma tecnológica para el aprovechamiento de la biomasa de gran potencial exportador gracias a los desarrollos tecnológicos e industriales que compañías como Ence han llevado a cabo. Dicha plataforma incluye dos áreas complementarias: los cultivos forestales y la gestión de la biomasa forestal; y la transformación de la biomasa en energía eléctrica y otras formas de energía útil.

Ence lidera en España el desarrollo de este tipo de energía con plantas que combinan el consumo de residuos agroforestales y biomasa forestal cultivada.

PILAR IMPRESCINDIBLE

Desde la compañía remarcan que el cultivo energético es un "pilar imprescindible" del desarrollo de la energía renovable con biomasa, a lo que añaden que otro factor que consolida al cultivo energético como sustituto idóneo a otros cultivos de baja competitividad, es el objetivo europeo de alcanzar con biomasa el 20 por ciento de la cuota de producción de este tipo de energía en 2020.

Cada MW desarrollado con biomasa implica la creación de diez empleos directos y nueve más inducidos, la mayor parte en la gestión de los cultivos y la cosecha y transporte de la biomasa.

Por su parte, la biomasa cultivada garantiza la estabilidad productiva de las plantas de generación energética sin dependencias estacionales o atmosféricas, por lo que esa estabilidad productiva la convierte en "una alternativa real" para reducir la dependencia de importación de combustibles fósiles y de energía nuclear, mediante el uso de una fuente de energía renovable y teóricamente infinita.

También gracias a los cultivos energéticos, la energía con biomasa es la única renovable que se puede programar, y por tanto ayuda a mejorar la gestión de sistema eléctrico reduciendo las pérdidas por desvíos de programación y la hace realmente sostenible.