La OCU cree que "aún queda por hacer" en materia de transparencia entre las 444 empresas analizadas a nivel nacional e internacional
MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
Sacyr Vallehermoso, Azcoyen e Indra son algunas de las empresas con mejor gobierno corporativo, según un estudio publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y cuya principal conclusión revela que, pese a los esfuerzos, "aún queda mucho por hacer" en materia de transparencia así como en el respeto de los derechos de los accionistas, tanto a nivel nacional como internacional.
A la hora de llevar a cabo este Informe, la OCU analizó el Buen Gobierno de 444 empresas que cotizan en las bolsas europeas --65 de ellas españolas-- y de Estados Unidos, por lo que se pidió a las compañías que rellenaran un cuestionario, al que sólo respondieron la mitad de las encuestadas, por lo que la OCU también tuvo en cuenta sus informes anuales, los estatutos y las decisiones tomadas en las últimas juntas generales.
La nota media obtenida por las empresas fue de un 5,45 (sobre una puntación máxima de 10) aunque las anglosajonas (Reino Unido y Estados Unidos) obtuvieron una media del 6,25 frente al 5,26 de las europeas. En el caso de las españolas, la nota media fue de un 5,34.
El Informe de la OCU, difundido a través de la publicación de análisis financiero 'Dinero Quince', en colaboración con asociaciones de consumidores europeas del grupo Euroconsumers, elabora una clasificación con las 10 mejores empresas españolas liderada por Sacyr Vallehermoso, Azcoyen e Indra. La lista se completa con Service Point Solut, Zardoya Otis, Bankinter, Ence, Vidrala, Tubacex y Pastor. Por el contrario, 'a la cola' del pelotón se encuentran Telefónica, Mapfre, SOS Cuetara, BBVA, Duro Felguera, Banco Popular, NH Hoteles, Banco Sabadell, Acerinox y Zeltia.
El estudio también constata que, frente a los códigos de conducta voluntarios, la vía normativa es el camino "más rápido" para que las empresas cumplan con sus deberes. Así, es habitual que las compañías cumplan con cuestiones de obligado cumplimiento mientras que hacen caso omiso a las normas voluntarias.
En el caso de España, el estudio recoge que son habituales los blindajes, las ampliaciones de capital sin respetar el derecho de suscripción preferente de los antiguos accionistas o la comunicación de los emolumentos de los miembros del consejo pero no de forma individual, entre otras cuestiones.
RECOMENDACIONES
La OCU define el concepto de Buen Gobierno como aquel que engloba "una forma de gestionar la empresa en la que se pueda controlar a aquellos que deben tomar las decisiones más importantes (el Consejo de Administración) y se protejan al mismo tiempo los intereses de los accionistas minoritarios".
Atendiendo a este concepto, la OCU propone la supresión de todo tipo de blindajes, que el primer ejecutivo de la compañía y el presidente del Consejo sean dos personas distintas o que el principio de "una acción, un voto" sea estrictamente respetado.
Asimismo, demanda que el Consejo esté integrado en su mayoría por consejeros independientes --salvo que un accionista posea más del 50% de la sociedad--, que las comisiones de auditoria y de retribuciones estén integradas exclusivamente por consejeros independientes, y que los estatutos de la sociedad sean modificados a voluntad de sus accionistas, sin requerir mayorías cualificadas especiales.
En el caso de las ampliaciones de capital, la OCU cree que el Consejo no debe promover nunca la renuncia al derecho de suscripción preferente mientras aboga por que los accionistas puedan expresar el derecho de voto a través de la votación a distancia por internet.
Finalmente, el estudio considera que el Consejo puede ser renovado completamente a voluntad de la Junta general, mientras que su remuneración debe ser aprobada por la citada Junta. Además, el presidente del Consejo debe tener una limitación en su edad y en la permanencia al frente del mismo.
La OCU avala la necesidad de la puesta en marcha de este tipo de acciones ya que cada vez se publican más estudios que demuestran que aquellas empresas que 'presumen' de Buen Gobierno resultan más rentables, tienen menos riesgos y progresan más en Bolsa que aquellas cuyas prácticas en la materia dejan mucho que desear.
