MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
La compañía participa en una misión que pretende evaluar los impactos a largo plazo del accidente de la plataforma petrolífera de BP en la contaminación del Golfo de México, en el marco de su colaboración con la 'Expedición del Oceana'.
La expedición, que ha tenido lugar entre el 8 de agosto y el 5 de septiembre de 2010, ha identificado los ecosistemas afectados, así como aquellos que podrían estar en peligro si el petróleo fuera capturado por las corrientes marinas, y transportado hacia el sur de Florida, o si se produjera otro accidente similar en el futuro.
Con la misma intención, el buque de la expedición, el Oceana Latitude, ha instalado cientos de sensores de medición alrededor del lugar del accidente, lo que le permitió detectar la presencia de partículas microscópicas e invisibles derivadas del petróleo.
Dichos sensores, dispuestos en líneas verticales desde la superficie hasta 2.000 metros de profundidad con detectores cada cien metros, fueron establecidos en 16 puntos alrededor del vertido para obtener datos fiables de la contaminación real de la zona. Los datos recogidos están siendo analizados en un laboratorio especializado y los resultados se conocerán aproximadamente en un mes.
