Actualizado 06/03/2008 20:53

Una ONG lanza una campaña contra Burger King, a quien acusa de "esclavizar" a miles de trabajadores

MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ONG mexicana 'El poder del Consumidor' lanzó hoy una campaña por Internet para denunciar que Burger King en Estados Unidos "pretende mantener a trabajadores agrícolas", la mayoría de los cuales son inmigrantes mejicanos, "en condiciones de explotación y, en los casos más extremos, de esclavitud moderna".

La campaña, titulada 'Explotation King' (el rey del explotación), pretende que la compañía suscriba los convenios laborales que ya han firmado empresas como Taco Bell o McDonald's y que, incrementando en un centavo la libra de tomate cosechado, permite a los trabajadores aumentar su salario en un 80%.

Asimismo, la iniciativa persigue denunciar que Burger King ejerce "presión" sobre otras cadenas para que suspendan este tipo de convenios, para lo que se ha habilitado un vínculo a través del que los internautas pueden mandar cartas a los directivos de la compañía.

Según explicó la organización, los trabajadores agrícolas que cosechan tomate en el sur de Florida (EEUU) reciben "el mismo precio por cubeta de tomate cosechada desde hace treinta años" y hoy día, "tienen que trabajar el doble para mantener el valor de su salario".

"No tienen contratos, no reciben pago por horas extras,no cuentan con seguro médico (...) trabajan entre 10 y 12 horas diarias bajo el extenuante sol y en los casos más extremos, se han descubierto situaciones de esclavitud donde los trabajadores son detenidos en contra de su voluntad y reciben amenazas de violencia y/o de muerte", denuncia la ONG, tras afirmar que más de 1,000 trabajadores han sido liberados de estas condiciones.

Las cadenas de comida rápida son las principales clientes de esta producción, por lo que, siempre según la ONG, "tienen el poder para mantener bajos los precios del tomate". Sin embargo, "cuando hay un incremento, se lo quedan los dueños de la tierra".

Es por ello que la Coalición de Trabajadores de Immokalee (CIW, por sus siglas en inglés), inició una campaña y negoció hasta conseguir que la compañía americana Taco Bell firmaran un acuerdo por el que abonarían a los trabajadores que recolectan sus tomates un centavo de dólar más por libra. A aquella firma le siguieron convenios con todas las marcas de YUM Brands como Pizza Hut o Kentucky Fried Chicken. En abril de 2007 se sumó también McDonald's.

La campaña continuó sobre Burger King, mediante comunicaciones y manifestaciones de calle. Sin embargo, CIW denuncia que en lugar de responder, la compañía "difundió en la prensa que los trabajadores agrícolas no estaban mal pagados y se alió con los propietarios de las tierras de cultivo en contra de los trabajadores" realizando "una contracampaña para destruir los acuerdos de los trabajadores con las demás cadenas de comida rápida".

Después de unos meses, el Comité de Tomate de la Florida, que representa a la industria tomatera de todo el Estado, fijó una multa por encima de los 65.000 euros para aquellas compañías que permitan que sus trabajadores reciban el aumento de 1 centavo por libra de tomate de parte de Taco Bell y McDonald's, explica la organización.