Actualizado 17/02/2010 17:00

RSC.-El 10,7% de la superficie forestal arbolada cántabra está certificada por la PEFC

Oria destaca las ventajas de la certificación y dice que Cantabria es una de las comunidades líderes

SANTANDER, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -

Cantabria cuenta en la actualidad con más de 22.500 hectáreas de superficie forestal certificada según los estándares de la Asociación Española para la Certificación Forestal (PEFC), lo que representa el 10,7 por ciento de la superficie forestal arbolada que hay en la Comunidad Autónoma.

Más del 80% de esta superficie pertenece a municipios y a juntas vecinales, mientras que la superficie restante está en manos privadas.

Además, once industrias cántabras del sector forestal (como aserraderos, rematantes y papeleras) cuentan también con este tipo de certificación.

Estos son algunos de los datos puestos hoy de relieve con motivo de la Jornada sobre Certificación Forestal y Responsabilidad Social Corporativa que celebra la PEFC en Santander, un encuentro que fue inaugurado esta mañana por el consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad, Jesús Oria.

Con esta cita se pretende dar a conocer los retos y oportunidades de la certificación forestal para las empresas forestales y sectores derivados, analizando el potencial de la gestión forestal sostenible como nuevo nicho de economía sostenible, empleo y desarrollo rural.

La certificación forestal es un procedimiento voluntario por el que una tercera parte independiente proporciona una garantía escrita, tanto de que la gestión forestal es conforme con criterios de sostenibilidad, como de que se realiza un seguimiento fiable desde el origen de los productos forestales hasta su puesta en el mercado como producto certificado, es decir, de su Cadena de Custodia.

El consejero subrayó que esto "permite dar respuesta a la voluntad de administraciones, empresas y ciudadanos de apostar por prácticas respetuosas con el medio ambiente, pues asegura la sostenibilidad de los productos y bienes de origen forestal adquiridos".

Según dijo, Cantabria es una de las comunidades autónomas líderes de sostenibilidad forestal, pues apoya "decididamente" la certificación forestal, como lo demuestra el hecho de que más del 10 por ciento de sus bosques ya cuentan con un certificado PEFC.

No obstante, a pesar de lo positivo de estos datos, el consejero destacó que "aún queda mucho monte por poner en valor, y es en esta tarea en la que ya colaboran las administraciones públicas, empresas, colectivos forestales y la sociedad cántabra a nivel general".

CERTIFICACIÓN EN CANTABRIA

En Cantabria, la Certificación de Gestión Forestal Sostenible se inició en la modalidad de Grupo por iniciativa de ACEMM y la asociación de propietarios privados.

Posteriormente, desde el año 2006, se promovió, a través de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Biodiversidad, la certificación regional con objeto de dar cumplimiento a la Ley de Montes, y especialmente, para realizar una certificación "transparente y no discriminatoria" de los montes particulares y públicos, desarrollando el Modelo de Gestión Forestal Sostenible establecido en el Plan Forestal de Cantabria, del año 2005.

Para la implantación de la Certificación Regional de Gestión Forestal Sostenible se acordó la constitución de la 'Entidad Cántabra Solicitante de la Certificación Forestal PEFC' (CERTICANT), a la cual deben adscribirse voluntariamente todos los propietarios públicos y privados interesados en participar en la Certificación.

El consejero destacó el papel de la certificación como "herramienta imprescindible" para impulsar la gestión sostenible de las superficies forestales, promoviendo alternativas de desarrollo rural sostenible, a través de patrones productivos y de actividad ligados al monte y a sus recursos, y mejorando la competitividad del sector forestal español.

VENTAJAS DE LA CERTIFICACIÓN FORESTAL

El sector forestal español ha aprovechado la oportunidad de promocionar sus productos, servicios y la gestión de sus montes, a través de la certificación forestal, la cual se centra en el lado de la demanda de la conservación ambiental mediante la promoción de los atributos positivos de los productos forestales obtenidos a partir de bosques gestionados de manera sostenible.

Gracias a la certificación forestal, las administraciones pueden impulsar la contratación pública verde (mobiliario de oficina y urbano, parques infantiles, papel y cartón, etcétera) y fomentar la compra responsable de productos certificados entre los ciudadanos. A nivel municipal, pueden dar cumplimiento a los procesos de Agenda 21 Local que muchos ayuntamientos se han fijado.

Además, promueven el uso de la madera como material de construcción, lo que implica estar impulsando una materia prima limpia, ecológica y reciclable, puesto que una tonelada de madera almacena media tonelada de carbono. Asimismo, potenciar el uso de este material permite el desarrollo de la industria local.

Por otro lado, la certificación forestal atiende también la necesidad de las empresas de aplicar criterios de Responsabilidad Social Corporativa, al ofrecer la certeza a las compañías de que los productos que adquieren proceden de bosques sostenibles.

Esta garantía de estar realizando compras responsables, y por tanto, estar contribuyendo a la sostenibilidad del medio ambiente, permite a las empresas avanzar en sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa, y a su vez dar la visibilidad adecuada a su compromiso con el medio natural.