Actualizado 13/05/2010 18:40

RSC.-La accesibilidad para discapacitados y los riesgos laborales, puntos débiles de la hostelería

Aehma, que repartirá un manual de buenas prácticas en el sector, considera que hay demasiadas inspecciones y pide autorregulación

MÁLAGA, 13 May. (EUROPA PRESS) -

La accesibilidad para discapacitados en determinados establecimientos hosteleros de la provincia así como la prevención de riesgos laborales son los puntos débiles de este sector en Málaga, según indicó este jueves el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Aehma), Rafael Prado.

Así, precisó que en el primero de los casos hay bares que son "muy pequeños", que cuentan con una barra y pocas mesas, que no pueden tener una adaptación para estos ciudadanos. Respecto a los riesgos laborales aclaró que es un punto débil "por parte de los trabajadores", algunos de los cuales, dijo, "son muy descuidados".

Prado señaló que en materia de ventilación y extracción los nuevos establecimientos deben atender a la legislación de la Unión Europea de colocar un extractor de obra hasta la azotea del edificio en que se encuentre el local lo cual, a veces, "provoca enfrentamientos con las comunidades de propietarios".

El presidente de los hosteleros malagueños ha presentado un manual de buenas prácticas en este sector, elaborado por la federación nacional, que pretende informar a los establecimientos del compromiso que supone con la calidad seguir este tipo de normas.

El objetivo es que los bares y restaurantes "no bajen la guardia" en materia de calidad. No obstante, aclaró que en la provincia la media es "bastante buena". "Hay muy pocas reclamaciones, creo que el año pasado hubo una, y sí hay más quejas, algunas de las cuales son un poco absurdas pero malos días los tenemos todos", aseveró.

Los 15.000 establecimientos hosteleros obtienen, según Prado, un sobresaliente alto; y añadió que el manual incluye un resumen de recomendaciones y reglamentos para que los empresarios verifiquen si su negocio cuenta con los niveles de calidad exigidos por las diferentes leyes vigentes.

El documento se divide en tres apartados. El primero, relativo al establecimiento, se segmenta en instalaciones; ventilación, extracción, climatización y contraincendios; higiene y seguridad alimentaria, ruido, prevención de riesgos laborales, horarios comerciales y la ley antitabaco.

El segundo es el referente a los productos alimenticios, teniendo en cuenta el etiquetado de productos, el registro sanitario de los alimentos y los productos procedentes de fuera de la Unión Europea. El último es el de personal, en el que se incluye la integración de las personas con discapacidad y la igualdad en el trabajo.

Para Prado, hoy por hoy abrir un negocio hostelero es "una locura", no sólo por la crisis económica sino por la "dura" legislación existente. Uno de los puntos con los que más difieren los empresarios de este sector es la Ley Antitabaco.

En este punto aseguró que extender la prohibición de fumar a todos los establecimientos públicos es una exageración. "Queremos que las cosas se queden como están", dijo, y argumentó que en otros países, excepto en Irlanda, esa prohibición "no es total como pueda parecer". En ruido también se ha avanzado mucho, explicó, de hecho, el nivel de insonorización de los locales hoy es "brutal".

La calidad no significa un aumento de los precios, afirmó el empresario, quién abogó por la autorregulación de los propios establecimientos, a través de sistemas de calidad como el Sicted, que tienen ya una decena de negocios de este sector; y no por las constantes inspecciones que la administración lleva a cabo.

Así, admitió que las inspecciones son "duras y bastante constantes", fundamentalmente en materia de establecimientos, personal, ruidos y alimentación. "Es mucho mejor la autorregulación, en la que un auditor lo mira todo y si no, no te da la certificación de calidad", expuso.

CRISIS Y CREATIVIDAD.

Por otro lado, Prado dijo que la crisis no ha supuesto una merma en la calidad de los productos y, por tanto, de los establecimientos, sino todo lo contrario. En este punto precisó en rueda de prensa que lo que ha provocado es un cambio de consumo de determinados productos.

Apuntó que la cocina casera ha sido la mejor parada, al igual que la tapa. "Se ha recuperado este tipo de gastronomía y aunque se siguen dando los productos más caros la gente en vez de comerse un solomillo de ternera se lo come de cerdo", manifestó.

El presidente de los hosteleros admitió que el mesón y el bar son los que mejor se han mantenido, al contrario que los restaurantes de alto nivel, "que lo han pasado peor". También están sufriendo la crisis actual los bares de copas y discotecas, concluyó.