VALLADOLID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, ha reconocido este jueves que queda un camino "larguísimo" para alcanzar la igualdad "real" entre hombres y mujeres, pero al mismo tiempo ha destacado el hecho de que se hayan producido cambios "innegables" en la sociedad.
Aído se expresó así durante la inauguración en Valladolid de la jornada de celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales organizado por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur).
La ministra, quien se reconoció a sí misma como una "mujer rural", destacó el desarrollo legislativo "sin precedentes" que se ha producido en España en los últimos seis años en materia de igualdad y cree que se podría haber dicho que era una utopía hace diez años que se iba a contar con leyes como la actuales, pero afirmó que "las utopías a veces son verdades anticipadas" y defendió la existencia de su ministerio.
Así, aunque se mostró consciente de que "queda camino por recorrer" entre la igualdad legal y la real, se han producido cambios pero abogó por insistir en la necesidad de un cambio cultural "profundo y necesario" en la sociedad porque "la desigualdad lleva siglos de ventaja" y está "enraizada durante siglos".
Por esta razón es por la que cree que también se encuentra una "fuerte resistencia" por parte de quienes se "empeñan" en mantener "ciertos privilegios" y afirmó que la igualdad enriquece tanto desde el punto de vista social como económico, pero además contribuye a hacer sociedades "más eficientes, igualitarias, más justas y más felices".
PRIMEROS "FRUTOS"
En este contexto, Bibiana Aído aseguró que la igualdad "no es un lujo" y aunque quede mucho por reclamar considera que se están viendo los "primeros frutos de esa cosecha" y se negó a que haya que esperar 500 años como dice Naciones Unidas para la igualdad real.
De esta forma, considera que no se puede "desaprovechar" la fuerza de las mujeres y añadió que la Ley de Igualdad abre la puerta a las mujeres del campo para que sean cotitulares de las explotaciones agrarias, para que la voz y la mirada de las mujeres tuviera la representación que merece. Gracias a esta decisión, explicó la ministra, se ha logrado que asuntos que no eran importantes hoy en día formen parte de las "agendas" de gobiernos y políticos.
La titular de Igualdad reivindicó el papel de la mujer y recordó que el 60 por ciento de las personas que terminan estudios universitarios actualmente son mujeres que hoy son parte de la solución y afirmó que se trabaja para que la igualdad no sólo sea una condición de justicia social sino una "palanca" para mejorar la competitividad porque proporciona empleo, crecimiento económico y supone un seguro de vida para el futuro del país.
En este sentido, incidió en que los países que más avanzados están en igualdad tienen mejor situación en el ranking económico y por ello se han tomado medidas como el apoyo a los planes de igualdad en las empresas o se apuesta por la conciliación, que considera que "no sólo es una cuestión de mujeres" sino de la ciudadanía en general.
A continuación, la ministra se refirió a la reivindicación que surgió en el marco de la celebración para que no se retrase la entrada en vigor de la ampliación del permiso de paternidad y aclaró que no se renuncia a ello aunque no se haya podido adelantar un año hasta 2012.
Por otro lado, recordó otras políticas amparadas por su departamento como la puesta en marcha de mecanismos para que ninguna mujer cobre menos que un hombre y la lucha contra esta "brecha salarial", aspecto en el que reconoció el papel de los sindicatos, pero también otras como el reconocimiento de la experiencia de las mujeres que trabajan en el cuidado de mayores o el apoyo a través de microcréditos a las mujeres del campo.
VIOLENCIA DE GÉNERO
Además, citó la lucha contra la violencia machista, la "peor" y "más cruel" discriminación, al tiempo que recordó que la última víctima se produjo ayer mismo, y llamó a luchar contra esta "lacra" que hasta hace pocos años era un problema que se considerada "privado" porque se producía en la intimidad de la pareja.
Ahora, dijo, se ha cambiado esto y se ha "sacado a la luz", de forma que se permite ofrecer asistencia y proteger a la mujer y castigar a los agresores. A este respecto, afirmó que hay muchas razones para continuar en esta línea, "una por cada mujer que sufre violencia", sobre todo ahora que se cuenta con más medios, fuerza y la legitimidad del Estado.
Ante la aspiración a una vida sin violencia, Bibiana Aído pidió la implicación de todos y no permanecer al margen cuando se detecta una situación de este tipo.
La ministra, quien insistió que aunque quede mucho por recorrer se está en el camino "adecuado", hizo un reconocimiento a todas las mujeres mayores que están detrás de las jóvenes que ahora son lo que son gracias a ellas y también a las mujeres del campo, sin las cuales se produce un abandono del sector agrario y destacó el hecho de que necesiten una seguridad económica y un reconocimiento social, "tarea" en la que aseguró que están.
Aído finalizó su discurso con un recuerdo de José Antonio Labordeta, a quien también se hizo homenaje en un vídeo que se proyectó en este encuentro, y afirmó que "llegará un día en el que todos al levantar la vista veremos una tierra donde poder ver igualdad".
