Actualizado 14/06/2010 17:06

RSC.-AMPL.- WWF otorga a Madrid el reconocimiento de 'Ciudad por los Bosques'

Gallardón se compromete a continuar trabajando para cambiar los hábitos del Ayuntamiento y de los ciudadanos

MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

WWF España ha otorgado a la ciudad de Madrid el reconocimiento de 'Ciudad por los Bosques' por su apuesta por la compra pública responsable de productos forestales que cuenten con el sello FSC, que certifica que las explotaciones forestales cumplen unos estrictos criterios ambientales, sociales y económicos.

La organización verde destaca así el compromiso del Ayuntamiento de la capital con el consumo responsable de productos forestales, un "instrumento esencial para impulsar la gestión sostenible de los bosques desde la administración".

Así, el diploma acreditativo, enmarcado en un marco de madera ecológica, fue entregado hoy por el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, al alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, en un acto celebrado en el Palacio de Cibeles.

De esta forma la capital española pasa a formar parte del reducido grupo de nueve administraciones públicas que cuentan ya con este distintivo en España, junto con Barcelona, Benicarló, L'Hospitalet de Llobregat, León, Murcia, El Prat, Sant Boi y la diputación de Toledo.

Además, los municipios madrileños de Alcalá, Aranjuez y San Sebastián de los Reyes están en la lista ámbar, que están en proceso de elaboración o implementación de un programa de este tipo.

Sin embargo, estas entidades sólo suponen el 3 por ciento de las más de 350 corporaciones locales de más de 20.000 habitantes que luchan contra la deforestación, las talas ilegales y otras prácticas insostenibles, que no sólo destruyen el hábitat de cientos de especies sino que también afectan a las sociedades, ya de por sí desfavorecidas, que habitan estas zonas del planeta.

Y es que, según datos de WWF, el 10 por ciento del volumen de madera y papel que consume el mercado ibérico procede de regiones donde la tala ilegal es una práctica habitual, lo que hace de la Península el segundo consumidor mundial de madera aserrada del mundo, un problema que genera unas pérdidas de unos 12.000 millones de euros anuales en evasión de impuestos.

PAPEL FUNDAMENTAL

Por ello, la asociación ambientalista pone en una posición central a las corporaciones locales y otras administraciones públicas para luchar contra este fenómeno, ya que sólo en España son estas instituciones las que consumen el 18 por ciento de los productos de madera y papel del país, gastando anualmente unos 2.118 millones de euros y consumiendo 6,96 millones de metros cúbicos de madera y papel, que supone la tala de 2 millones de hectáreas al año de superficie forestal.

Dado el gran peso que suponen en el sector, las administraciones públicas de todo el mundo pueden generar un gran impacto con sus actitudes en los procesos de tala, tratamiento y comercialización de estos productos en el mundo, para ayudar a evitar que la próxima década se vuelva a perder una superficie de masa forestal similar a 800.000 parques de El Retiro. Además, cada día se destruyen hectáreas por valor de 40.000 campos de fútbol en todo el mundo.

Por este motivo, WWF lanzó en 2005 su campaña 'Ciudades por los Bosques' con el fin de evaluar las medidas que están tomando los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes para incrementar las compras de madera y papel de fuentes sostenibles.

Coincidiendo con este criterio, Gallardón destacó hoy que "una de las mayores certezas del siglo XXI es el protagonismo de las ciudades tanto a la hora de generar progreso como de contribuir a la lucha contra el cambio climático".

Por ello, destacó, desde su llegada a la Alcaldía en 2003 el Consistorio madrileño ha puesto en marcha "políticas de compra responsable" y "un plan para controlar el origen sostenible de los productos forestales" que se usan tanto en oficina como para construcción, lo que ha permitido certificar, por ejemplo, que el 85 por ciento de la madera comprada por el Consistorio fuera de origen legal el año pasado.

De hecho, en 2008 se aprobó un Decreto que introduce criterios medioambientales en la contratación, obligando a las empresas que contratan con el Consistorio a certificar el origen de sus productos forestales. Actualmente, este documento está finalizando su tramitación tras ser adaptado a la nueva Ley de Montes, que también garantiza este extremo.

Además, en los últimos siete años en la capital se han creado mil nuevas hectáreas de zonas verdes y se han plantado más de 900.000 nuevos árboles. "Somos una de las tres ciudades del mundo que más zonas verdes tiene, podemos sentirnos orgullosos", afirmó el regidor madrileño.

"La sostenibilidad es un reto vinculado al futuro y la competitividad", zanjó el primer edil, asegurando que el reconocimiento de hoy no sólo "honra" por lo realizado hasta ahora sino que también "obliga" a "continuar e incrementar esas políticas". "Yo me comprometo a ello", concluyó.

SER EJEMPLO

Además, WWF España espera que el ejemplo de Madrid y otras ciudades cunda en el resto de las administraciones para potenciar lo que Gallardón denominó un 'bucle virtuoso' donde la sociedad civil presiona a los poderes públicos a cambiar, para luego ser más exigente con la sociedad civil en el cambio de hábitos.

Para comenzar con este papel de referencia mundial, Gallardón aseguró que presentará un memorándum y una propuesta en el próximo Pleno de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), que preside Madrid, para que se adhieran a este tipo de prácticas.

"Hoy somos las ciudades las grandes protagonistas del éxito o el fracaso. Se nos tienen que marcar unas pautas, pero seremos las ciudades las que, con nuestra conducta y nivel de exigencia hacia los gobiernos locales, evitemos esa nube negra que, por encima de la crisis económica, se asoma sobre nosotros: la destrucción del Planeta", pronosticó.

Por su parte, el secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, afirmó que "hoy es hora, más que nunca, de trabajar juntos", y recordó que las generaciones futuras necesitarán este patrimonio verde, cuya recuperación "será más cara y más difícil" cuanto más se espere en comenzar a actuar.

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