Publicado 23/12/2014 10:24

Costes, falta de homogeneidad y de transparencia, entre las principales barreras para el desarrollo de la ISR en España


MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

Diversos sectores coinciden en señalar que las principales barreras existentes para el desarrollo de la Inversión Socialmente Responsable (ISR) en España radican en un problema los costes --dinero y dedicación--, la falta de homogeneidad sobre el propio concepto de la ISR y la falta de transparencia, e incluso de credibilidad, de las informaciones suministradas por las empresas sobre esta materia.

En cualquier caso, los inversores institucionales españoles perciben la ISR como "algo apropiado", según se desprende de las conclusiones del Observatorio de la Inversión Socialmente Responsable 2013, patrocinado por BBVA, Santander y Bankia, y la colaboración de Spainsif.

En este sentido, en declaraciones a Europa Press, el director de Sostenibilidad de BBVA, Tomás Conde, indica que la ISR "comienza a consolidarse en el mercado español, pasando de los 15.000 millones de euros analizados en 2010, a los cerca de 137.000 millones de euros en los que, en diferentes grados, está siendo aplicada".

"Sin embargo --prosigue--, la ISR sigue siendo mayoritaria entre los grandes inversores institucionales, especialmente en planes de pensiones, si bien la oferta de fondos comercializados de este tipo en nuestro país aún es escasa".

El estudio detalla que la ISR ha saltado en estos últimos años desde los fondos de sistemas de empleo, donde sólo se daba hace unos pocos años, a casi todos los sectores de la inversión institucional española. Por otro lado, precisan que está bastante presente en las pensiones individuales aunque es una pequeña porción entre los fondos de inversión mobiliaria, FIMs.

Los autores del documento inciden en que sólo existen "unos poquísimos casos en los que hay una decisión clara orientada a no desarrollar" la ISR y destacan que la adhesión a los Principios del Seguro Sostenible y la adhesión del capital riesgo al UN PRI "permiten anticipar una implantación generalizada en esos sectores".

Por implantación, la ISR es "absolutamente mayoritaria" en los sistemas de pensiones complementarios de empleo y, a través de las gestoras, también, aunque no de una forma tan clara en los planes de pensiones de naturaleza individual. La ISR está también presente en el mutualismo y en las EPSVs, cuando hace tres años era inexistente, aunque sólo llega a un tercio del sector y con unas políticas ISR muy sencillas, básicamente de exclusión; mientras que donde se ha producido una irrupción "reciente e importante" de la ISR es en el capital riesgo.

Además, en el ámbito de los fondos de inversión, aunque su implantación entre el patrimonio de las gestoras españolas es mínima, se ha detectado un cierto nivel de conocimiento y concienciación "relativamente alto" aunque subrayan que "evidentemente hay importantes condicionantes de mercado y comerciales que previsiblemente determinarán su desarrollo futuro en este ámbito individual". Los autores del documento tampoco creen que la ISR esté presente "de forma clara y generalizada" en fundaciones y 'family offices'.

La exclusión es la estrategia de aplicación más común de la ISR en España, con 55 entidades sobre un total de 69 entidades. En segundo lugar se encuentra la integración de los aspectos ASG en la evaluación de las inversiones, con 21 casos. La pre-selección de valores, o 'best-in-class' se aplica en 19 entidades y la implicación se practica en 17 casos. Por ello concluyen que, a parte de la exclusión, sólo una veintena de entidades tienen otra ISR relativamente compleja en España.

"CRECIMIENTO NOTABLE" EN ESPAÑA

Asimismo, creen que es relevante el número de entidades que tienen formalizada en mayor o menor grado una ISR, con aproximadamente 47 entidades, según se considere, mientras que otras 42 entidades informan o van a informar próximamente sobre su ISR. Por todo ello, ven "muy previsible que la ISR siga creciendo de forma notable en España, en todos los sectores con la excepción de las gestoras de fondos de pensiones y en menor medida, los fondos de empleo, donde el desarrollo ya es notable".

El tema de los fondos de inversión exige una reflexión diferente, añaden, en la medida en que no están ante un ahorro institucional, en el que es bastante claro que los gestores nacionales no han visto todavía la necesidad o la utilidad comercial de desarrollar la ISR en sus principales propuestas de inversión, según los autores del estudio.

El sector asegurador se encuentra también en una situación de bajo desarrollo e incluso entidades multinacionales que tienen una gran actividad en esta materia en sus centrales parece que no la aplican demasiado en España. En este sentido, indican que es muy probable que las razones de desconocimiento y consecuente falta de demanda de la ISR por parte del ciudadano de a pie, al igual que en los fondos de inversión, no haya propiciado un mayor desarrollo en este ámbito.

Respecto a la extensión del estudio, de los 15.000 millones de euros que aproximadamente se analizaban en 2010, en el Observatorio de 2013 se expone la aplicación de la ISR en unos 137.000 millones de euros en los que, en diferentes grados, está presente.

Si se tiene en cuenta que la ISR no está presente todavía en los FIMs y que el ahorro financiero de las familias españolas estaba en el entorno de los 350.000 millones de euros, el estudio concluye que la ISR está presente "de forma muy substancial" en el resto de la inversión financiera española y tiene una plena aceptación como concepto.

ISR Y BBVA

Conde recuerda que, en 2008, BBVA "se adhirió a los Principios de Inversión Responsable de Naciones Unidas con el objetivo de comenzar a construir desde la base un modelo propio de ISR, basado en la integración de criterios extrafinancieros en nuestro proceso inversor". Durante este tiempo, esta incorporación "se ha llevado a cabo de manera progresiva, a través del desarrollo de un modelo propio que integra estos criterios en una cartera modelo construida a partir del análisis fundamental".

Dicho modelo fue inicialmente implementado en la renta variable, y se está extendiendo a otras clases de activos. Asimismo, dentro de este proceso de consideración de variables extrafinancieras, explica que se ha desarrollado un rating ESG interno, que afecta directamente al proceso de toma de decisiones concretas de gestión.

En 2013, los fondos gestionados con criterios de ISR alcanzaron los 3.617,63 millones de euros, lo que supone un 5,1% del total de los gestionados por BBVA, según datos facilitados por la entidad.

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