Actualizado 08/03/2010 13:20

RSC.-Los diputados de Australia, Canadá y EEUU, el doble de transparentes que los españoles sobre sus fuentes de ingresos

El Banco Mundial cifra en 46 los países que obligan a publicar bienes y actividades, pero el cumplimiento es irregular

MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

Australia, Canadá y Estados Unidos son los países más transparentes a la hora de informar a sus ciudadanos de las fuentes de ingresos de sus parlamentarios, según un estudio del Banco Mundial, al que ha tenido acceso Europa Press, que analiza la situación en las Cámaras Bajas de 175 países.

Estos países obtienen notas muy altas (la máxima es 1) tanto para la información que los diputados tienen que entregar a la Cámara como para la que está disponible para el público. En cambio, en el caso de España se valora con un aprobado 'raspado' (0,52) lo que sus señorías comunican al Congreso, pero con un suspenso (0,24) lo que está disponible para el público.

Esta última nota puede mejorar ahora que el Congreso ha decidido publicar en Internet las actividades de los diputados, porque el estudio es de enero de 2009, aunque sus declaraciones de patrimonio siguen estando disponibles sólo para la Comisión del Estatuto de los Diputados.

Además, la información total que los diputados tienen que dar a la Cámara no ha variado con esta última decisión --es decir, que la nota de 0,52 puntos se mantendría--.

Para la Coalición Proacceso, formada por ONG que reclaman transparencia de las organizaciones públicas, sería bueno que los diputados publicasen también su patrimonio, según explicó a Europa Press su representante Helen Darbishire, argumentando que conocer el patrimonio de los parlamentarios al inicio y al final de su mandato sí puede ser determinante para combatir la corrupción.

Según el informe, un total de 46 países obligan por ley a sus diputados a publicar sin ninguna condición sus declaraciones de actividades e ingresos y en otros cuatro (Noruega, Dinamarca, Finlandia y Zambia) esta información es pública sin que haya una obligación legal para ello.

No obstante, los autores del estudio advierten de que esta obligación legal, en la práctica, no garantiza que los ciudadanos puedan acceder a la información. Además, en la mayoría de los países los datos que se ponen a disposición del público son sólo una parte de la que los diputados tienen que facilitar a la Cámara.

Este es el caso de España, donde los diputados tienen que presentar el Congreso una declaración de patrimonio y otra de actividades, pero sólo la segunda es accesible al público --desde esta semana, en Internet--.

ES MÁS RELEVANTE EL ORIGEN QUE EL VALOR

El estudio revela que, en los países democráticos cuanta más información se publica --es decir, no basta con enviarla a la Cámara--, menor es la percepción de corrupción entre los ciudadanos, pero advierte de que no todos los datos tienen el mismo efecto.

La percepción de corrupción cae cuando se identifican las propiedades de los diputados, sus deudas, sus fuentes de ingresos o sus potenciales conflictos de interés --sociedades a las que pertenecen o regalos que reciben--, pero no por el hecho de que se publique el valor económico de sus ingresos o de sus gastos.

De hecho, incluso los países más transparentes conceden más importancia a las fuentes de los ingresos de los diputados que a su riqueza: Australia obtiene la nota máxima de los investigadores (1) por su transparencia sobre las fuentes de ingresos de los diputados pero un cero a la hora de pedir información sobre el valor de su patrimonio.

Canadá, en cambio, sí obliga a los diputados a informar a la Cámara del valor de sus bienes (su nota es de 0,76) pero sólo publica una pequeña parte (puntuada como 0,33 en el estudio). Su 'nota' a la ahora de publicar las fuentes de ingresos de los diputados es de 0,92 puntos.

No obstante, los autores admiten que no han encontrado pruebas para establecer una relación de causa efecto entre la publicación de estos datos y la corrupción real, aunque sostienen que en el estudio faltan variables para ello.