Actualizado 08/08/2007 18:41

RSC.- La mayoría de los 370 millones de indígenas que viven en el mundo están marginados o son perseguidos

Las ONG recuerdan en su Día Mundial la importancia de preservar los pueblos indígenas, respetar sus derechos y promover la integración


MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

Con motivo de la celebración mañana, 9 de agosto, del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, distintas ONG han realizado llamamientos por el respeto de estas poblaciones, que habitan setenta países del mundo y suman más de 370 millones de personas, la mayoría de las cuales se encuentran en situación de exclusión o están perseguidas.

Este es el caso de las poblaciones que viven en aislamiento, y que, localizadas principalmente en la cuenca amazónica, se ven obligadas a sortear a los terratenientes que quieren convertir sus tierras en lugar de pasto para la ganadería y a los madereros que, legal o ilegalmente, talan bosques habitados de forma indiscriminada.

En declaraciones a Europa Press, el responsable de difusión de Survival Internacional, Miguel Ángel del Ser, narró el caso de los Ayoreo, una población de origen paraguayo que atraviesa esta situación de movilidad forzosa siendo el único pueblo indígena que sobrevive más allá de la amazonía.

Para su defensa, mañana la organización entregará 57.000 firmas al Gobierno de Paraguay a través de sus embajadas en cuatro capitales europeas. Los Ayoreo son el último pueblo indígena aislado que queda fuera de la cuenca amazónica y se está viendo obligado a emigrar huyendo de la tala furtiva de árboles que, en busca del llamado 'oro rojo' (madera de caoba) está deforestando su territorio, según denunció la organización.

Es por ello que exigen al Gobierno paraguayo que "cumpla las leyes y la Constitución" del país, "entregue a los Ayoreo el título de sus tierras y frene la deforestación ilegal" que está invadiendo el lugar donde hasta ahora vivía esta población.

"La tierra de este pueblo está casi totalmente en manos de poderosos terratenientes de la zona cercana a la frontera con Brasil, que están arrasando de forma ilegal el bosque para introducir explotaciones ganaderas", explicó Survival.

Según el investigador de la organización, Jonathan Mazower, "los ayoreo que han tenido contacto con la sociedad mayoritaria están intentando salvar lo que queda del bosque para sus parientes aislados. La Constitución reconoce el derecho de los indígenas sobre sus tierras, pero los Totobiegosode han estado esperando durante años y prácticamente nada de tierra se ha puesto a su nombre".

"A menos que el Gobierno actúe rápidamente dentro de poco el bosque habrá desaparecido completamente y con él la posibilidad de un futuro para los indígenas y sus hijos", afirmó Mazower.

En este sentido, Del Ser afirma que es curioso, pero después de tantos años luchando, siguen "los mismos problemas de siempre". "La caoba, el petróleo, los cultivos de soja, todo va para Occidente. Los pueblos indígenas están explotados por nuestro modo de vida" y eso que precisamente ellos "son el ejemplo de que se puede vivir de otra manera", lamentó el responsable de difusión de Survival.

AVANCE Y RETROCESO.

Estos "problemas" de siempre y de hoy van desde "el racismo, algo que van a sufrir todos, incluso cuando estén protegidos por la legislación; la pérdida de sus tierras, que representa la pérdida de su modo de vida; la enfermedad, especialmente en el caso de los pueblos en aislamiento que son forzosamente contactados; y la violencia, pues los asesinatos y el hostigamiento es habitual en muchos casos".

"Aunque se consiguen avances en la legislación, las leyes no se aplican", apuntó Del Ser, tras poner como ejemplo el caso de los Bosquimanos del Kalahari, a quienes el Tribunal Supremo de Botswana reconoció la titularidad de sus tierras en diciembre de 2006. "Hoy siguen acosados por los furtivos y están siendo perseguidos porque bajo el suelo en el que viven hay diamantes".

Otro ejemplo de desamparo es el de los indígenas no contactados de la amazonía peruana. A pesar de que el Gobierno del país andino ha fijado una serie de reservas para ellos, ni los madereros ni las multinacionales las respetan.

Sin embargo, para las organizaciones especializadas en la defensa de las poblaciones indígenas, el mayor problema de todos es "el desconocimiento" de la sociedad, que dificulta en gran medida movilizar conciencias en su defensa. "Es muy difícil y hay que explicar demasiadas cosas", apuntó el representante de Survival, para quien es importante conocer "la diversidad que representan" estos pueblos que "son una lección de colectividad y solidaridad frente al individualismo de Occidente".

A pesar de ello, los indígenas "se extinguen". Para Survival, los pueblos más amenazados son los Yaragua (unas trescientas personas) de las islas Andamán, en el Índico, entre Birmania e India; los Bosquimanos del Kalahari y los Akunsu, de la amazonía brasileña. De esta población, sólo sobreviven seis personas.

EL PROBLEMA DE LOS NO AISLADOS.

Cuando se trata de indígenas integrados en la 'sociedad mayoritaria', los problemas versan sobre situaciones de subdesarrollo y exclusión. En muchos lugares del mundo, organizaciones como Ayuda en Acción o Manos Unidas trabajan directamente por la integración de estas personas a través de la sanidad o la educación, por ejemplo.

Sin embargo, para la primera ONG es fundamental que se aborden los programas sanitarios para ellos "desde un enfoque multicultural", evitando "la situación que viven cientos de pueblos indígenas cuando, incluso a veces desde la buena intención de la cooperación internacional, se les imponen sistemas de nuestra medicina moderna que, generalmente, no atienden lengua, creencias, ni costumbres sociales".

Así, esta ONG rechaza la imposición de la medicina occidental y apuesta por un "enfoque multicultural" que posibilite el acceso de los pueblos indígenas a la prevención y tratamiento de enfermedades. "Esa brecha es una de las causas por las que muchos pueblos indígenas rechazan la ayuda sanitaria aún necesitándola y muchos sistemas sanitarios marginan a estas comunidades", indicó.

En este sentido, apuesta por el desarrollo, junto con estas comunidades, de "programas que les impliquen desde la formación y la definición de necesidades para buscar soluciones conjuntamente", algo que la ONG ya está haciendo, por ejemplo, en la comunidad Shuar del cantón Morona, en el Amazonas ecuatoriano, formada por 30.000 habitantes (conocidos como jíbaros).

En concreto, gracias a un proyecto desarrollado por Ayuda en Acción, y de la mano de sus líderes comunitarios, "se está capacitando a estas familias para que se impliquen en todas las fases del proceso: la gestión sostenible de sistemas de saneamiento, la implementación de métodos de vigilancia epidemiológica, la creación de programas escolares de salud, etcétera".

MANOS UNIDAS

Por su parte, Manos Unidas pone el acento en la situación de las mujeres indígenas, "aún más vulnerables que los varones de su propia etnia" por estar "sujetas a una triple marginación derivada de tres circunstancias: son mujeres, son indígenas y son pobres.

Además, junto con los niños, "acceden a los empleos más duros y peor remunerados, y son víctimas fáciles del tráfico de drogas, del turismo sexual y de la prostitución, lo que ha llevado a una rápida propagación entre sus comunidades de las enfermedades venéreas y del VIH/Sida".

En cuanto a menores afirma que, comparados con no indígenas, aún en los lugares menos desarrollados, "presentan altos índices de analfabetismo de abandono escolar, debido a la imposibilidad de acceder a la educación en su lengua materna que, en muchos casos, es la única que conocen". Además, "su tasa de vacunación es más baja, carecen de protección legal, son víctimas de conflictos armados por la posesión de tierras y se ven forzados a emigrar a las ciudades".