Actualizado 28/05/2010 19:07

RSC.-Metro recibe el premio a la mejor instalación geotérmica de la región por el sistema de climatización de Pacífico

MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -

Metro de Madrid ha recibido el premio a la mejor instalación geotérmica en el sector industrial y de servicios de la Comunidad de Madrid por el sistema de climatización instalado en la estación de Pacífico, informa el suburbano.

El premio fue concedido en el marco de la VII jornada anual de la 'Cátedra Rafael Mariño de Nuevas Tecnologías Energéticas', que comenzó ayer en la Universidad Pontificia de Comillas y que finalizará hoy con la entrega de los galardones.

Con esta Cátedra se ha querido mostrar a la comunidad universitaria y a los profesionales el "potencial del subsuelo de la tierra para proporcionar una energía renovable, de elevada disponibilidad, de economía satisfactoria y mínimo impacto ambiental".

Metro de Madrid, por su parte, ha aprovechado para dar a conocer su sistema y mostrar así su "investigación en el ámbito de la sostenibilidad". La estación de Metro de Pacífico se ha convertido en la primera estación de la red de Metro capaz de aprovechar la energía del subsuelo para la climatización de sus instalaciones gracias a un sistema de intercambio energético basado en la geotermia y que permite aprovechar el calor y frío de la tierra.

La energía geotérmica consiste en aprovechar el subsuelo como fuente inagotable de energía para generar tanto calefacción como refrigeración, ya que basa su funcionamiento en la capacidad de la tierra, a partir de una cierta profundidad, de acumular el calor procedente del sol, manteniendo una temperatura prácticamente uniforme a lo largo de todo el año.

Gracias a esta instalación se ha dotado de un sistema de climatización respetuoso con el medio ambiente a los andenes de la línea 1 de la estación de Pacífico, así como a los cuartos técnicos y a los locales comerciales de la estación, lo que supone climatizar unas superficie total de 1.090 metros cuadrados.

El sistema funciona a través de un intercambiador de calor terrestre y unas bombas de calor geotérmico que ceden calor al suelo cuando funcionan como refrigeración y absorben calor del suelo mientras funcionan como calefacción. La instalación de este sistema ha supuesto una inversión de 700.000 euros.

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