Actualizado 17/12/2013 20:43

RSC.-Un total de 80 voluntarios de Telefónica ayudan a la infancia en Latinoamérica durante sus 'vacaciones solidarias'

Voluntariado
FUNDACIÓN TELEFONICA

MADRID, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un total de 80 voluntarios de Telefónica ayudan a la infancia en situación de vulnerabilidad de Latinoamérica durante sus 'vacaciones solidarias', a través del programa Proniño, que desarrolla proyectos de educación que han contribuido durante diez años a ofrecer a estos niños y jóvenes una mejor oportunidad de vida. Hasta la fecha, Fundación Telefónica ha atendido a más de 431.700 niños, en colaboración con 120 organizaciones sociales y gobiernos locales.

Colombia, Ecuador, México, Nicaragua y Perú son los países donde este verano los voluntarios de Telefónica provenientes de España, República Checa, Irlanda, Reino Unido y catorce países de Latinoamérica desarrollan ocho proyectos durante dos semanas de sus vacaciones, en especial actividades orientadas a evitar conductas de riesgo de trabajo infantil y diversas acciones con las familias, la escuela y la comunidad de destino.

Esta actividad supone una oportunidad, tanto para el beneficiario como para el voluntario, pues a través de un voluntariado de calidad, éste se integra en la comunidad latinoamericana compartiendo su vida cotidiana. Así, en julio, agosto y primeros días de septiembre se vienen desarrollando actividades educativas y que fomentan el buen uso del tiempo libre, orientadas a evitar posibles conductas de riesgo de trabajo infantil.

También se están realizando talleres de formación a padres y profesores, iniciativas de medio ambiente y muchas otras actividades dirigidas a las familias, la escuela y la comunidad. El proyecto, que se desarrolla desde 2005, se enmarca dentro de las acciones del programa de Voluntarios Telefónica, gestionado por Fundación Telefónica, que busca canalizar el espíritu solidario de los empleados a través de su participación en actividades de voluntariado en la sociedad, según han explicado en un comunicado.

Los responsables de la iniciativa consideran que el voluntario "tiene una gran responsabilidad como modelo y, en muchas ocasiones, referente para los niños y familias, pero también tiene la responsabilidad de trasladar todo lo aprendido a su regreso, contagiando a los demás con el relato de su experiencia". "A su vuelta muchas personas cambian incluso en las relaciones con su entorno, sus familias y su trabajo, pues el haberse tenido que adaptar a situaciones muy diferentes, les hacen más flexibles y tolerantes", han concluido.

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