Actualizado 04/10/2018 21:31

Gálvez propone el programa 'María Castellano' como modelo para implantar en todas las facultades de medicina

Conferencia Nacional de Decanos y Decanas de Facultades de Medicina
JUNTA DE ANDALUCÍA

MÁLAGA, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

La consejera de Conocimiento, Investigación y Universidad, Lina Gálvez, ha defendido ante los decanos de las facultades de Medicina de España que medidas como el programa 'María Castellano', impulsado por la Junta para facilitar el acceso a la carrera docente e investigadora de profesionales jóvenes que trabajan en el sistema sanitario público andaluz, pueden garantizar el relevo generacional en la docencia universitaria en la rama sanitaria, por lo que lo ha propuesto para que se implique en todas las facultades de medicina.

Así, durante la celebración del 30º aniversario de la Conferencia Nacional de Decanos y Decanas de Facultades de Medicina este jueves en Málaga, la consejera ha confiado en que "la iniciativa sirva de modelo para el resto de universidades del país porque éste es un problema a nivel nacional y al que desde Andalucía ya hemos comenzado a darle solución", según ha informado la Junta en una nota.

A su juicio, "las políticas de los últimos años, como la tasa de reposición o el cambio de criterios de evaluación de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) han hecho que, en la actualidad, no estemos preparados para asumir este problema de relevo en la formación de medicina".

Por ello, la titular de Conocimiento ha apuntado la necesidad de "crear programas especiales que ayuden a que los jóvenes se acerquen a la docencia y la investigación universitaria, teniendo en cuenta que en los próximos ocho años se jubilará el 43 por ciento de los profesores permanentes que ejercen en las facultades". En ese sentido, ha alertado de que "no sólo está en riesgo la docencia, sino el propio futuro de un pilar tan fundamental del Estado del Bienestar como es el servicio público de salud".

La medida impulsada por la Junta posibilitará la adquisición de méritos y, con ello, promover la acreditación del personal clínico de entre los 35 y 40 años como profesorado contratado doctor vinculado. Se desarrollará en centros asistenciales y de investigación del SAS y en las facultades de Medicina de las universidades públicas andaluzas con grado en esta materia: Cádiz, Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla. A juicio de la consejera de Conocimiento, el programa redundará "en una mejor docencia, en una mejor investigación, y sobre todo en una práctica clínica más avanzada y en un mejor sistema de salud para los andaluces".

Este contrato, dirigido a definir un escenario "estable de oportunidades", tendrá una duración máxima de seis años, dividido en dos periodos. El primero, de dos años, en el que el personal beneficiario debe defender su tesis doctoral o, si ya fuese doctor en el momento de la contratación, realizar al menos dos publicaciones. El segundo, de cuatro años, está destinado a consolidar los méritos, tanto docentes como investigadores, para la obtención de la acreditación.

La participación dentro de esta iniciativa supondrá la incorporación de los profesionales seleccionados, con nombramiento como facultativo especialista de área, en el ámbito hospitalario; o como médico de familia o pediatra en atención primaria. A estas personas las universidades les facilitarán la participación en actividades de investigación clínica y de formación universitaria a través de programas de doctorado o proyectos de investigación y docencia relacionados con la especialidad. Los profesionales deberán dedicar una mitad de la jornada a actividad asistencial y la otra, a investigación y docencia.

El programa viene a complementar otros que ya está desarrollando la Consejería de Salud para cubrir la necesidad de profesionales acreditados. De hecho, hasta la fecha ya se han realizado 89 contratos vinculados al SAS, como contratados doctor, profesores titulares y catedráticos.

La medida adoptada por la Junta rinde homenaje a María Castellano Arroyo (Jaén), que estudió la licenciatura de Medicina en la Universidad de Granada y continuó su carrera profesional en la Universidad de Zaragoza. Ella fue la primera mujer en obtener una plaza de una cátedra universitaria en España.