Publicado 16/01/2019 12:55

Medio Ambiente libera 53 quebrantahuesos en el marco del programa de reintroducción de la especie en Andalucía

Quebratahuesos sobrevolando los cielos andaluces
JUNTA DE ANDALUCÍA

SEVILLA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un total de 53 ejemplares de quebrantahuesos se han liberado en los parques naturales de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén) y Sierra de Castril (Granada), en el marco del proyecto de reintroducción que desarrolla la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio desde 2006, para conseguir una población autónoma y estable de las especie en la región.

A estos ejemplares hay que añadir otros cinco nacidos en libertad de las dos parejas territoriales que se han consolidado hasta la fecha, las formadas por Tono y Blimunda y por Hortelano y Marchena. Cabe destacar que a finales de 2018 ambas parejas se encontraban en proceso de construcción de nidos nuevos. En el caso de Tono y Blimunda a los dos que ya tenían se suma uno nuevo y Hortelano y Marchena con sus dos nidos de temporadas anteriores.

Además, hay otras dos parejas reproductoras en formación, en concreto las compuestas por Encina y Sansón y por Vera y Guadalquivir. La primera de ellas, que desde 2017 se les ha observado en numerosas ocasiones volando juntos y compartiendo dormidero, ha iniciado la construcción de un nido, mientras que la segunda continúa compartiendo dormidero y actividades y es probable que también llegue a construir nido. Es decir, que 30 años después de su extinción se puede afirmar que esta especie se ha restablecido y que incluso puede seguir creciendo gracias al programa de reintroducción.

Según se ha informado desde la Consejería de Medio Ambiente en un comunicado, el sistema elegido para la suelta ha sido el de la cría campestre o hacking, una técnica originalmente utilizada en cetrería que tiene como objetivo conseguir que el ejemplar liberado asimile el área de la liberación como su lugar de nacimiento y, por tanto, regrese a ella para asentarse y reproducirse.

Para saber los movimientos que realizan los quebrantahuesos una vez que emprende el vuelo la consejería los dota de un moderno sistema de seguimiento mediante emisores GPS, gracias a los cuales se ha podido saber que al menos 17 han muerto y que de otros cinco no se tienen noticias, por lo que el número máximo de supervivientes alcanzaría los 36.

De estos, 22 ejemplares continúan vivos y emitiendo señales, mientras que de los 14 restantes no se tienen localizaciones al dejar de funcionar los aparatos que portaban, aunque están registrados mediante observaciones directas a partir del patrón del plumaje.

Actualmente existe una importante reserva de ejemplares tanto adultos como subadultos que podrían ocupar un territorio, entre los que destaca Viola (hembra de 2012), Estela (hembra de 2013), Nerpio (macho de 2013), Rayo y Miguel (machos de 2014). El seguimiento de esta fracción de la población es bastante intensivo si bien en el caso de algunos ejemplares resulta más difícil al haber dejado de funcionar el emisor que portan.

Respecto a la mortalidad registrada, tras las necropsias y los análisis realizados en el Centro de Análisis y Diagnóstico de Andalucía (CAD) dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, siete ejemplares murieron por ingestión de cebos envenenados, dos murieron por intoxicación por plomo, uno por enfermedad (infección fúngica), uno abatido por disparo y seis por causas desconocidas.

La labor desarrollada por la consejería en el marco de la estrategia para la erradicación del uso ilegal de cebos envenenados ha permitido minimizar los efectos de esta práctica ilegal, una de las principales causas de mortalidad de numerosas especies amenazadas, y en la que son piezas fundamentales los agentes de Medio Ambiente de la Junta y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.

Todos los individuos soltados al medio natural proceden del Programa Europeo de Cría en Cautividad de quebrantahuesos donde el Centro de Cría en Cautividad de Guadalentín (Cazorla, Jaén), puesto en marcha por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en 1996 y gestionado por la Fundación Gypaetus, con el fin de establecer una población viable y autónoma a largo plazo de la especie. Parte de los pollos criados en cautividad cada año se destinan a los proyectos de reintroducción de la especie que se desarrollan tanto en Andalucía como en otros lugares de Europa.

En la actualidad el centro de cría alberga 23 ejemplares de quebrantahuesos, con seis parejas reproductoras y dos en formación. Desde su inauguración hasta la actualidad, la producción de pollos ha aumentado sensiblemente con un total de 156 huevos puestos, 102 embrionados, de los que nacieron 86 pollos y 76 llegaron a la edad de vuelo.

En 2018 se realizó el censo internacional del quebrantahuesos, que cada año organiza la Red Internacional de Monitoreo de esta especie de forma simultánea desde los Alpes a el Macizo Central en Francia y Aude en los Pirineos franceses y Andalucía y que en esta ocasión lo coordinó la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, en colaboración con la Fundación Gypaetus.

En total se identificaron 24 quebrantahuesos, de los cuales 22 son de origen andaluz y dos de los tres observados en La Rioja son ajenos a esta población, si bien uno de ellos también pertenece a un proyecto de reintroducción integrado en la red europea de la Vultura Conservation Fundation (VCF).