Actualizado 15/11/2019 13:34

Los tres factores que impiden ahorrar a los españoles

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Estar donde estés - SABADELL
 

Aunque no lo parezca, la cultura occidental influye en nuestra capacidad de ahorro.

Resulta curioso ver cómo varía el nivel de ahorro según el lugar del planeta que analicemos.

Los ciudadanos chinos encabezan este ranking. Según datos de Revolut, China es la nación que ha obtenido mejores resultados en materia de ahorro en los hogares con una tasa que asciende a 37%, seguido de Suiza con 19,10% y Luxemburgo 18,40%.

En el siguiente cuadro se puede ver el ranking completo de las tasas de ahorro a nivel mundial de diferentes países:

Pais

Porcentaje

 

ahorro (%)

China

37 

Suiza

19,1

Luxemburgo

18,4

Suecia

15,1

Alemania

9,8

Corea del Sur

9,1

Austria

7,5

Estonia

7,4

Hungría

7,3

República Checa

6,7

¿Cuáles son los motivos de esta gran diferencia de ahorro entre China y los países occidentales?

Fundamentalmente uno: el sistema occidental se centra en el consumo potenciando un marketing de compras impulsivas.

Nos encontramos, pues, en una sociedad de consumo repleta de ‘trampas emocionales’ que nos impiden ahorrar. Analicemos entonces los puntos más relevantes:

¿Qué factores nos impiden ahorrar en Occidente?

1. Falsas necesidades

Una necesidad, por definición, es cualquier hecho o circunstancia en el que alguien o algo es necesario o imprescindible. Esto implica que existe una carencia y que para cubrirla es necesario conseguir el medio que la satisfaga.

Pero las necesidades se dividen en dos tipos de categorías:

  • Las prioritarias: Son las que hacen referencia a cubrir cualquier necesidad básica del ser humano y están relacionadas con la supervivencia. Por ejemplo la comida, la ropa, el descanso, el cobijo, etc.
  • Las secundarias: Son las que se relacionan con el bienestar personal, social, cultural, etc. Es decir, las carencias secundarias no son imprescindibles. Algunos ejemplos podrían ser tener el último modelo de smartphone, salir a comer a un restaurante con amigos, comprarse una smart tv, viajar una o más veces al año, etc.

En esta segunda categoría es donde se producen las necesidades engañosas, aquellas que nos impiden ahorrar porque, como vivimos en una sociedad basada en el consumismo, ésta nos ha hecho creer que las necesidades secundarias son prioritarias e indispensables para nuestra supervivencia como seres sociales, pero la verdad es que solo son deseos que poco o nada tienen que ver con nuestras necesidades vitales.

2. El nivel de endeudamiento

Siguiendo con esta teoría, si nos sumergimos en una sociedad en la que rige el consumo, nuestro comportamiento será precisamente ese, comprar y comprar, en ocasiones objetos y servicios que no necesitamos y que además están por encima de nuestras posibilidades económicas.

El nivel de consumo en las economías domésticas de los países occidentales es desorbitado si lo comparamos con el de otros orientales. Endeudarse para comprar todo tipo de bienes materiales es mucho más común en nuestra cultura.

3. obsolescencia programada

Es frenético el ritmo al que evolucionan las nuevas tecnologías, concretamente los aparatos electrónicos que compramos que vienen programados con una fecha de caducidad.

Estos dispositivos suelen fallar o averiarse cada vez con mayor frecuencia. Cuando esto ocurre en occidente, la solución ya no pasa por buscar una reparación, porque si lo hacemos probablemente nos digan que nos costará más realizarla que comprar uno nuevo. Entonces, ¿qué hacemos? Sustituir el que ya no funciona por otro nuevo. Esto es lo que se conoce como obsolescencia programada y es otro de los principales factores que nos impiden ahorrar. Los ciudadanos chinos eligen la reparación como primera opción.

Marketing impulsivo: la felicidad no está relacionada con la compra

El marketing usa técnicas de neurociencia para persuadir a los consumidores relacionando sus productos con diferentes emociones, todas ellas positivas y reflejo de lo que sentirás una vez consumas ese producto o servicio.

Sin embargo, creer que las emociones están ligadas al consumo es una de las mayores trampas emocionales del marketing.

Cuando te compras un smartphone de última generación, puede que las primeras semanas te sientas entusiasmado con él investigando todas sus funcionalidades y mostrándoselo a tu entorno, pero una vez pasado este tiempo te acostumbras, las emociones se regulan y no te sentirás más feliz por tenerlo. Necesitarás que otro deseo vuelva a surgir en tu interior.

Ahora que ya conoces los tres principales factores que impiden ahorrar a sociedades occidentales como la española, tienes en tu poder el conocimiento para evitarlos y mejorar tu nivel de ahorro.

Huye de las compras impulsivas utilizando diferentes técnicas. Por ejemplo, elaborando un listado con los pros y contras del producto que deseas, categorizándolo entre necesidad primaria o secundaria, analizando tu situación económica antes y después de adquirirlo o buscando alternativas a la compra como la reparación o el mercado de segunda mano.

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