SAN SEBASTIÁN, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de 26 alumnos de cuarto curso de la facultad de Criminología
de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en San Sebastián ha visitado este martes las instalaciones de la Policía Científica de la Ertzaintza en Erandio (Bizkaia).
Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, los alumnos han estado acompañados en esta visita del profesor Paco Etxeberria. Es la primera ocasión en la que estudiantes del Grado de Criminología acuden con ese fin a la Sede Central de la Ertzaintza. El grupo ha sido recibido por el oficial Jefe de Área, Iñaki Irusta.
Después de conocer la estructura y funcionamiento de estos laboratorios policiales, el alumnado ha podido visitar todas su secciones (Grafística y Documentoscopia, Antropología Forense, Nuevas Tecnologías, Química, Genética, Identificación de Personas, Inspecciones Oculares y Balística y Trazas).
Las mismas fuentes han recordado que la Policía Científica de la Ertzaintza tiene acreditados los principales controles de calidad, que le permiten su integración en la red de laboratorios forenses europeos ENFSI y en sus bases de datos internacionales (CODIS, que recoge información ADN; y PRUM para otro tipo de rastros como huellas dactilares).
Los alumnos de la UPV/EHU se han interesado en aspectos como el protocolo de la cadena de custodia de las evidencias que luego son sometidas a estudio en el laboratorio y sirven de prueba en los juicios criminales, o la colaboración con otros cuerpos de policía y las conexiones de sus bases de datos. También ha habido preguntas relacionadas con los estudios criminalísticos y su orientación laboral hacia este tipo de servicios policiales y forenses, según han informado desde el departamento vasco de Seguridad.
La unidad de la Policía Científica de la Ertzaintza realizó en 2017 un total de 12.227 informes periciales y participó desde sus laboratorios en la investigación de 4.109 delitos. Además, por sus instalaciones pasaron los análisis relacionados con 5.397 expedientes administrativos, en su mayoría por tenencia o consumo de drogas que llegan de las Policías locales y de la propia Ertzaintza.
