BILBAO, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, junto al resto de la corporación municipal e integrantes del Foro Bilbao para la Paz y la Democracia ha presidido este martes la ofrenda ciudadana en homenaje a las víctimas que cada año se celebra en el monolito situado junto a la pérgola del Parque de Doña Casilda y que, en esta ocasión, ha coincidido con la celebración del 'Día Internacional de los Derechos Humanos'.
La ofrenda constituye el acto central del Día de la Memoria, instaurada en 2010 por las principales instituciones de la Comunidad Autónoma Vasca, que habitualmente se celebra el día 10 de noviembre, por tratarse de la única fecha en la que nunca se ha producido un atentado mortal.
Sin embargo, este año, la cita electoral prevista para ese mismo día ha obligado a trasladar el homenaje a las víctimas a este martes, 10 de diciembre, 'Día Internacional de los Derechos Humanos'.
Como todos los años, el acto ha estado abierto a la participación del conjunto de la ciudadanía. De este modo, junto a la habitual ofrenda floral, en la que han participado tanto el alcalde de Bilbao como distintos representantes municipales e integrantes del Foro Bilbao para la Paz y la Convivencia, así como representantes institucionales, políticos, judiciales y sociales, el acto de este año ha incluido la lectura de los nombres de las víctimas en Bilbao, un total de 98, por parte de sus familiares.
Así, han asistido el delegado y subdelegado del Gobierno en el País Vasco, Jesús Loza y Vicente Reyes, respectivamente, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, y la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, entre otros.
También han estado presentes víctimas como Inés Núñez de la Parte, cuyo padre, Francisco Javier Núñez murió en 1977 en Bilbao murió tras recibir una paliza por parte de dos policías en el portal de su casa, tras toparse con una manifestación cuando regresaba con su hija a su domicilio, Rosa Rodero, viuda del ertzaintza Joseba Goikoetxea, asesinado por ETA en 1993, y los padres de Iñigo Cabacas, muerto en 2012 como consecuencia de un pelotazo de goma lanzado por la Ertzaintza, Manu Cabacas y Fina Licerazu.
Para concluir el acto, la nieta de Fermín Monasterio, taxista de Bilbao asesinado en 1969 por ETA, ha leído, en euskera y castellano, el poema "La vida es la vida", de Bernardo Atxaga, en homenaje a todas las víctimas. "La vida es la vida, y es lo más grande, el que la quita, lo quita todo", dicen sus versos.
