Defiende que el País Vasco es, "después de Suecia, la región europea de mayor cohesión social"
BILBAO, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director de Lanbide, Adolfo Alustiza, ha mostrado su confianza en que durante el primer semestre de 2014 "se ponga en marcha" una unidad propia de inspección para luchar contra el fraude en las ayudas que gestiona el Servicio Vasco de Empleo.
En declaraciones a Radio Euskadi, recogidas por Europa Press, Alustiza ha reconocido que existe "el fraude" en el cobro de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), pero "como en cualquier actividad" y ha incidido en que éste "no supera el 5 por ciento".
Cuestionado por los requisitos generales necesarios para acceder a la RGI, ha señalado que la misma es cobrada por personas "sin ingresos, o con ingresos que no garanticen una renta mínima de inserción", sin bienes y que estén además empadronadas en Euskadi con residencia efectiva durante tres años.
Según ha destacado, la cuantía de la RGI se sitúa entre 600 y 800 euros, "dependiendo de la unidad de convivencia, más un complemento de 250 euros para gastos de vivienda si correspondiera". "Por lo menos saca de la pobreza a un porcentaje muy amplio de personas", ha defendido.
En este contexto, ha remarcado que ninguna autonomía española hace un esfuerzo similar en protección social, ya que "del total del gasto del Reino de España en rentas sociales, Euskadi representa el 40 por ciento". "El esfuerzo de solidaridad que hace la sociedad vasca es el mayor del Estado, doblando al siguiente", ha incidido.
Tal y como ha manifestado, en la actualidad se dan 500 perceptores más de media cada mes, y "los meses que más paro hay más se incrementa la renta de perceptores".
El director de Lanbide ha defendido además que es un "desideratum" del Gobierno el "mantener las políticas sociales" y ha subrayado que se sigue "incrementando el dinero destinado a las RGI".
En este contexto, ha reconocido que "existe el fraude" en el cobro de las RGI, pero "como en cualquier actividad". Por ello, ha defendido que "hay que desmitificar el fraude en las prestaciones sociales".
"No hay inspectores como tal, pero sí una labor de inspección de las oficinas de Lanbide. Además, el propio consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, al inicio de la legislatura avanzó que iba a haber una unidad propia de inspección para inspeccionar no solo la RGI, sino todas las ayudas que gestiona Lanbide", ha manifestado, para añadir que "esperemos se ponga en marcha el primer semestre de este año".
A su juicio, es "difícil" hacer una estimación del posible fraude que se da en la actualidad, aunque ha incidido en que no cree que "supere el 5 por ciento".
Asimismo, ha manifestado que "el 70 por ciento de los perceptores son autóctonas" y ha añadido que el número de personas extranjeras perceptoras de estas ayudas en 2013 se incrementó sólo un 0,15 por ciento, por lo que ha negado que exista "turismo social". "Las personas que vienen acuden a trabajar y si no hay oportunidades de trabajo no vienen", ha matizado.
Por todo ello, Alustiza ha defendido que Euskadi está saliendo de la crisis con "cohesión social" y ha incidido en que el País Vasco es, "después de Suecia, la región europea de mayor cohesión social", gracias "entro otros aspectos a la RGI". "Si la sociedad da la espalda a quien lo necesita perderemos la dignidad y por ello apostamos por el mantenimiento de las políticas sociales", ha añadido.
EMPLEO
Respecto a la situación del empleo, Alustiza ha subrayado que en 2013 "no se destruyó empleo en términos globales" y ha mostrado su confianza en que, para este año, se espera "un no incremento del paro y, quizá, a finales de año un pequeño repunte en el empleo".
Asimismo, ha advertido de que, pese al principio de la crisis perdieron el empleo quienes tenían "niveles de formación más bajos", con posterioridad, "la ola ha llegado también a personas de mayor cualificación" y por ello, en la actualidad, hay un alto porcentaje de universitarios que cobran la RGI.
Además, ha destacados que el 60 por ciento de las perceptoras son mujeres, lo que significa que "la pobreza tiene cara femenina", pese a que en el ultimo año "se han incrementado más el número de perceptores hombres que de mujeres".
