Munilla ensalza el "modelo de santidad" de la Madre Cándida y destaca la "responsabilidad de ser herederos de su estela"

Actualizado: sábado, 16 octubre 2010 13:53

SAN SEBASTIAN, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha ensalzado el "modelo de santidad" de Cándida María de Jesús, la Madre Cándida, la primera guipuzcoana que llegará a los altares tras su canonización que se celebrará este domingo en Roma, y ha destacado la "gran responsabilidad" de ser "herederos de su estela".

En un artículo de opinión, Munilla ha recordado que la religiosa de Andoain se suma a los otros cinco guipuzcoanos que han sido canonizados por la Iglesia, como son San Ignacio de Loyola (s. XVI), San Martín de la Ascensión (s. XVI), Santo Domingo Ibáñez de Erquicia (s. XVII), y San Miguel de Aozaraza (s. XVII).

Santa Cándida María de Jesús, nacida en 1845 en el caserío de Berrospe, en Andoain, popularmente conocida como la Madre Cándida, es fundadora de las Hijas de Jesús o "Jesuitinas", una de las numerosas congregaciones religiosas femeninas que surgieron en el siglo XIX, "dando respuesta a las carencias y deficiencias existentes en la oferta educativa de aquel momento".

El prelado donostiarra ha destacado que la Madre Cándida "llama especialmente la atención" porque hasta los 18 años de edad, prácticamente, no hablaba el castellano y todavía era analfabeta, cuando a los 24 años de edad "recibió la llamada de Dios para fundar una congregación religiosa dedicada a la educación". "¿Cómo es posible que una joven que no sabía leer ni escribir, pudiera ser elegida para semejante tarea?", se ha preguntado.

En ese sentido, ha relatado que su director espiritual, el jesuita Miguel San José Herranz, "conocedor de la piedra preciosa que Dios había puesto en sus manos, no la tomó por una fantasiosa, sino que comenzó por pedirle que se liberase dos horas al día de las labores domésticas que realizaba en una casa, para poder enseñarle a leer y a escribir".

"He aquí la lógica de Dios, que ciertamente, no coincide con la nuestra porque la santidad necesita de dos piernas para poder andar: la humildad y la confianza y por ello, la Madre Cándida solía repetir con frecuencia: "Sola nada; pero con la gracia de Dios, lo puedo todo", ha afirmado.

Tras recordar que la Madre Candida tenía entre sus modelos a San Ignacio de Loyola, Munilla ha considerado que "uno de los dramas de nuestra cultura postmoderna es la carencia de raíces, tradiciones y modelos de referencia, sobre los que edificar los valores de nuestra vida".

"Sin embargo, cuando conocemos a alguien que consigue ir más lejos que el común de los mortales, nos percatamos de que parte de su secreto está en haberse encaramado sobre los hombros de quienes le han precedido", ha asegurado, al tiempo que se ha preguntado "quien cogerá el testigo y se alzará sobre los hombros" de la primera santa guipuzcoana.

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